Yolanda Díaz ensancha Sumar: ¿con qué apoyos cuenta ya la vicepresidenta?

Una semana después de su proclamación como candidata para las elecciones generales Yolanda Díaz hace números y ya sabe con quién cuenta hasta el momento en Sumar, el proyecto con el que pretende reconstruir el espacio que está a la izquierda del PSOE. Respaldan a la vicepresidenta una quincena de fuerzas políticas de ámbito nacional y regional, prácticamente la mitad del grupo parlamentario y algunos líderes territoriales de Podemos que son críticos con la dirección y se rebelan contra las consignas que ha dado Ione Belarra.

Por delante queda lo más difícil. Despejar la incógnita clave de si Podemos finalmente se sumará y poner blanco sobre negro lo que hasta ahora es solo voluntad política. Entrar al detalle en una compleja negociación a varias bandas sobre las listas electorales y el reparto de poder. Será después de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo donde esas formaciones, menos Sumar, se juegan su representación y en muchos territorios compiten entre sí. Están volcadas en sus campañas y no quieren entrar ahora en una batalla interna que les desgaste en las urnas.

Podemos, el actor principal y el partido mayoritario de la izquierda, sigue enrocado en no dar un paso al frente hasta que haya un "acuerdo de coalición" que incluya la celebración de primarias abiertas para elegir a los candidatos. Esta semana, la cúpula de Podemos ha intensificado su estrategia de culpar a Díaz del fracaso cuestionando su falta de compromiso con la unidad y reprochándole que hay voces que la empujan a no pactar.

Los recados se han enviado a través de los medios de comunicación porque nada se ha movido entre Sumar y Podemos que se ha quedado solo. Los llamamientos a la responsabilidad y el sentido común a la cúpula del partido morado se suceden alertando del peligro que supone dividir el voto con dos papeletas en las generales de diciembre. Unos mensajes que no hacen mella en Podemos que insiste en situar la pelota en el tejado de Díaz.

El resultado del 28M, además de medir la resistencia electoral de Podemos en algunas comunidades respecto a otras fuerzas con las que rivaliza como Compromís en Valencia o Más Madrid en la Comunidad de Madrid, determinará la correlación de fuerzas en una futura negociación entre Díaz y Belarra. Todas las encuestas señalan que la marca de Unidas Podemos está a la baja y está por ver cómo afecta la irrupción de Sumar y si puede suponer un revulsivo para alguno de los actores implicados.

De momento el grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso está prácticamente dividido por la mitad. Una especie de empate técnico. En 2019 Unidas Podemos consiguió 35 escaños, ahora mismo tiene 33. El canario Alberto Rodríguez entregó el acta tras ser condenado por el Tribunal Supremo y su escaño nunca se ha cubierto. La otra diputada canaria, Meri Pita, se fue al Grupo Mixto enfadada con la dirección. Por cierto que Rodríguez ha creado recientemente Proyecto Drago, una formación de ámbito regional en las islas que apoya abiertamente a Yolanda Díaz.

De los 33 parlamentarios actuales, 7 son de En Comú Podem, el partido que lidera la alcaldesa de Barcelona Ada Colau que también respalda a la vicepresidenta. Están además los 4 diputados de Izquierda Unida, entre ellos el ministro Alberto Garzón y el secretario general del PCE, Enrique Santiago, fieles a Díaz. La propia vicepresidenta, diputada por Galicia al igual que su amigo Antón Gómez-Reino se suman a la lista al igual que dos diputados alejados de la cúpula como Txema Guijarro y Gloria Elizo. Está también el caso de Juanjo López de Uralde, fundador de Alianza Verde que el domingo arropó a Díaz. De los 35 diputados iniciales la suma podría llegar a 18.

Hay otros que no se pronuncian claramente como los vascos y los que se mantienen fieles a Podemos con las ministras Belarra e Irene Montero y el portavoz Pablo Echenique al frente. En los últimos meses se han visto diferentes sensibilidades dentro del grupo confederal en asuntos como el envío de armas a Ucrania, la reforma de la ley del 'solo sí es sí' o la ley mordaza aunque no se ha roto la disciplina de voto.

Respecto a las fuerzas situadas en la izquierda que no forman parte de Unidas Podemos hay algunas que claramente se han colocado junto a Díaz y están dispuestas a formar parte de su proyecto. Más País con Íñigo Errejón al frente, Más Madrid con Mónica García y Compromís con Joan Baldoví son las más importantes. Junto a ellas hay una retahíla de grupos minoritarios que van desde los verdes hasta el recién creado Proyecto Drago.

Una de las claves para Yolanda Díaz es que esos partidos regionalistas englobados en el Acuerdo del Turia (Más País, Verdes, Més per Mallorca, la Chunta Aragonesista, Coalición por Melilla, Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta y Proyecto Drago) tejen un red territorial que daría soporte a Sumar que no tiene todavía ningún tipo de estructura orgánica. Algunos son partidos muy implantados en sus comunidades como Compromís que junto al PSOE y Podem forma parte del Acuerdo del Botánico que gobierna la Comunidad valenciana.

El paso de Yolanda Díaz ha tensado la cuerda dentro de Podemos y ha escenificado a las claras que no todo el partido comparte el criterio de la dirección. Ha habido líderes territoriales que abiertamente apoyan a la vicepresidenta, algunos incluso acudieron a Magariños. Es el caso de la coordinadora en Navarra, Begoña Alfaro. El de Galicia Borja San Román no asistió para respetar la orden dada por Belarra, pero en el Consejo Ciudadanos del pasado sábado expuso que los gallegos están con Díaz.

En Asturias esta semana se han vivido momentos de tensión que reflejan la división interna en esa comunidad. La candidata Covadonga Tomé, que ganó las primarias y mostró su respaldo a la vicepresidenta, denunció que recibió un mail con una advertencia de expulsión que la dirección niega tajantemente. Hay territorios que se mantienen fieles a Podemos aunque a título personal algunos dirigentes se han pronunciado en favor de Sumar como el vicepresidente balear, Juan Pedro Yllanes.

En ese complejo escenario Yolanda Díaz tendrá que dar los próximos pasos con el marcaje permanente de Pablo Iglesias que sigue tutelando los mensajes del partido y está dispuesto a dar la batalla ideológica hasta el final.