El Tribunal Constitucional va a avalar íntegramente la ley de Educación del Ministerio de Isabel Celaá, aunque no lo hará oficialmente en este pleno. Los magistrados han debatido el borrador del conservador Ricardo Enríquez, que le daba un visto bueno general, pero le ponía pegas, no ha convencido a la mayoría progresista y ni siquiera se ha llegado a votar.
El propio Enríquez será el encargado de redactar la nueva nueva propuesta de sentencia que rechazará todos los puntos del recurso presentado por Vox contra la norma y que sí será apoyada por la mayoría del Pleno.
En unos semanas, según informa el Tribunal Constitucional, el texto se llevará a Pleno y la Ley de Educación será avalada en su totalidad.
El borrador rechazado por la mayoría progresista del Tribunal Constitucional ponía, fundamentalmente dos pegas: por un lado consideraba inconstitucional que se nieguen ayudas a los centros privados que segregan a los alumnos según su género. El magistrado consideraba que eso vulneraba el "pluralismo educativo".
También rechazaba que se se valore la opinión de las familias con hijos con necesidades especiales cuando quisieran que estudiaran en un centro ordinario, pero que no se tenga en cuanto cuando opinen que sus hijos deben estudiar en un centro específico.
Además, hacía apuntes sobre el uso del castellano como lengua vehicular y señalaba que la presencia del castellano "razonable" es algo imprescindible.
Ahora, Enríquez retirará esos peros de la propuesta y volverá a redactar el documento.
El pleno de esta semana ha servido, además, para dar el visto bueno a la ley de Eutanasia, solo con los votos en contra de Enrique Arnaldo y Concepción Espejel. Ya que la ponencia del progresista Ramón Sáez Valcárcel, si contó con los votos de los conservadores Enríquez y César Tolosa.
En unas semanas, además, se volverá a votar la sentencia del aborto. El caso es parecido a lo ocurrido con la Ley Celaá, pero hay matices. El borrador de Enrique Arnaldo sobre la Ley del Aborto de José Luis Rodríguez Zapatero, la declaraba constitucional, salvo en algunos puntos. Ese texto no consiguió el apoyo de la mayoría progresista que consideraban que había que respaldar la norma en su totalidad. Así que tras el debate se decidió encargar una nueva sentencia que la avalase del todo, igual que ocurre ahora con la ley Celaá. La diferencia está en que el borrador del aborto sí cambió de manos y la encargada de redactar el nuevo será la vicepresidenta del Tribunal, Inmaculada Montalbán. La ley de Educación se mantiene en manos del mismo ponente.