Vox ha fracasado por segunda vez en su intento de desalojar a Pedro Sánchez de La Moncloa a través de una moción de censura. Solo sus 52 diputados y el exparlamentario de Ciudadanos, Pablo Cambronero, han dicho "sí" a Ramón Tamames como candidato a la presidencia del Gobierno. A viva voz la mayoría de los diputados han expresado su rechazo a la moción y los del PP se han abstenido. El resultado de la votación ha sido 201 votos en contra, 91 abstenciones y 53 votos a favor. "La moción ha sido rechazada", ha proclamado la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
Dos días de debate que han escenificado un Congreso dividido en dos bloques donde todos los mensajes han sido en clave electoral. Un balón de oxígeno para Sánchez que sale más fuerte, según el PSOE. Ha tenido un escaparate para vender los logros sociales de su Gobierno, ha trasladado la imagen de cohesión en la coalición que pasaba por sus peores momentos por la reforma de la ley del 'solo sí es sí', ha lanzado la candidatura de Yolanda Díaz, cargado contra la indefinición de un ausente Feijóo y alertado de los futuros pactos del PP con Vox.
Fuentes del Ejecutivo sostienen que ha salido mejor incluso de lo que esperaban y ponen en valor el efecto movilizador de la moción ante las municipales y autonómicas del 28-M y hasta para las generales. La movilización es clave para el PSOE porque todas las encuestas reflejan a un electorado progresista desmotivado. Moncloa había cuidado al detalle la estrategia del Gobierno para sacar el máximo rendimiento a la iniciativa de Vox. Siempre vio estos dos días de debate como una oportunidad para confrontar modelos.
Pedro Sánchez ha aprovechado su última intervención para defender la fortaleza de su Gobierno de coalición: "Está fuerte, con más ganas que nunca para seguir avanzando". Ha vuelto a insistir en que el Apocalipsis no ha llegado ni se le espera, pero sobre todo ha denunciado el "rocambolesco" intento de frenar el país que han intentado Vox, el candidato Tamames y el PP. El presidente les ha acusado de intentar detener los avances sociales y volver a poner el reloj 10 años atrás para "promover el desorden".
En ese punto ha cargado contra el PP de Feijóo por pasar "de un decente no a una indecente abstención", en referencia al voto en contra del PP de Pablo Casado en la primera moción de censura de Vox. Para Sánchez el silencio del líder del PP "lo dice todo", necesita a Vox para gobernar a partir del 28 de mayo.
En la segunda jornada de la moción de censura Ramón Tamames se ha quejado de que algunos grupos, especialmente el PSOE, ha dado un mitin en el Congreso preparatorio para el 28 de mayo buscando la división de los españoles. "Esto no es una casa para dar gritos. Es una casa para hablar", ha proclamado. El candidato ha reprochado que algunos han planteado el debate como una pelea entre amigos y enemigos, como en "las dos Españas", "peor que en el 36".
Ha despachado en unos pocos minutos su respuesta a todos los grupos, ha lamentado las continuas alusiones al fascismo y ha denunciado que el Gobierno tiene "el síndrome de La Moncloa" porque piensa que lo "está haciendo muy bien". Tamames reivindica que la moción "no ha sido ociosa" y ha servido para hacer un repaso a la política nacional: "No hemos perdido el tiempo". El veterano economista admite que la sesión parlamentaria será "imborrable" para él.
El día comenzaba con la intervención de la número dos del PP, Cuca Gamarra, que ha justificado la abstención de los populares por "respeto" al candidato: "No vamos a votar a favor por respeto a los españoles ni en contra por respeto a usted, señor Tamames". Ha afeado a Vox por hacerle un regalo parlamentario a Sánchez y ha dejado claro que los populares van a seguir "su propio camino" porque la única alternativa al Gobierno de coalición es Feijóo.
La artillería pesada la ha sacado contra Sánchez al que ha vuelto a reclamar elecciones anticipadas: "Váyase con dignidad. Sabe que su tiempo se ha acabado. Ahórrenos estos meses agónicos".