Tamames frente a Sánchez: incógnitas y certezas de una moción de censura inédita en clave electoral
El debate será los días 21 y 22 de marzo, la moción fracasará porque solo tiene asegurados los 52 votos a favor de Vox y servirá de escaparate para confrontar modelos
El candidato Ramón Tamames, de 89 años, no tedrá que subir a la tribuna para dirigirse a los diputados y podrá hacer su discurso sentado desde el centro del hemiciclo
Ramón Tamames, de leyenda comunista a candidato de Vox para tumbar a Sánchez
La segunda moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez tiene elementos fuera de lo común que la convierten en inédita con varias incógnitas aún abiertas. Entre las certezas está la fecha oficial del debate, 21 y 22 de marzo; el nombre del candidato, Ramón Tamames, y que la moción fracasará porque solo tiene asegurados los 52 votos a favor del partido que lidera Santiago Abascal. El PP de Alberto Núñez Feijóo se abstendrá y el resto de la Cámara votará en contra.
A partir de ahí surgen las dudas. Desde si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dará la réplica tanto a Santiago Abascal -que presentará al candidato- como a Tamames, el tono que empleará, si intervendrán otros miembros del Gobierno en las réplicas, la estrategia del resto de grupos parlamentarios, el papel del PP que hace equilibrios con su abstención, el discurso del candidato y hasta su ubicación en el hemiciclo, con sus 89 años tiene problemas de movilidad y dificultades para subir y bajar de la tribuna en un debate que se prolongará durante dos días.
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Es la sexta moción de censura de la democracia, la primera con un candidato a la presidencia del Gobierno independiente, retirado de la política, de edad avanzada y exmilitante del PCE. Una serie de circunstancias que marcarán el debate al igual que la cercanía del 28-M. La semana que viene faltarán menos de 70 días para las elecciones municipales y autonómicas y la moción será en el primer gran debate electoral de la precampaña. El foco mediático y político estará situado en el Congreso de los Diputados y los partidos esbozarán sus ejes de campaña.
¿Quién rentabilizará la moción de censura?
Será un escaparate donde todos los intervinientes hablarán en clave electoral. Uno de los enigmas es quién sacará más provecho político. Vox sabe que va a perder la moción pero la plantea como un asunto de "emergencia nacional" para echar a Sánchez de La Moncloa y dibujar a un Gobierno acorralado en tiempo de descuento. "Es Sánchez o Tamames", dijo Santiago Abascal cuando registró la moción con el objetivo de convocar elecciones de forma inmediata. El presidente de Vox, que ha renunciado a liderarla, machacará con la idea del "peor Gobierno" de la historia que destruye la unidad nacional, arruina a los españoles y les miente.
A Pedro Sánchez le servirá para contrastar su modelo de políticas sociales con el del PP y la ultraderecha a los que vinculará. Puede ser un balón de oxígeno para el presidente tras la grave crisis con Podemos por la reforma de la ley del 'solo sí es sí' que ha provocado además la ruptura del bloque de la investidura. Tras la votación intentará trasladar la imagen de cierre de filas de sus aliados entorno a él. Será la segunda moción de censura de Vox que consiga derrotar.
¿Cómo lo afronta el Gobierno?
El Gobierno lleva semanas trasladando que se "toma en serio" la moción porque es un instrumento constitucional. Hay que recordar que Sánchez llegó por primera vez a La Moncloa tras ganar una moción de censura contra Mariano Rajoy acechado por la sentencia de la Gürtel. Este martes el PSOE ha vuelto a insistir en que el Ejecutivo afronta con "seriedad y rigor" el debate aunque acusa a Vox de pretender impulsar su "estrategia de ruido" desde las instituciones y a Abascal de "falta de valentía" por esconderse detrás de Tamames, "un político de experiencia dilatada", como lo ha calificado la portavoz del partido, Pilar Alegría.
Fuentes socialistas dan por segura la intervención del presidente del Gobierno, aunque no está confirmada de forma oficial. El tono de los discursos es otra de las claves, no es lo mismo confrontar con Abascal que con Tamames. Moncloa está cerrando los detalles de cómo será la estrategia del Ejecutivo, entre otras cosas si intervendrán en algún momento otros miembros del gabinete como la vicepresidenta Yolanda Díaz. En la pasada moción de censura, también de Vox, subió a la tribuna Pablo Iglesias como vicepresidente del Gobierno.
¿Y el PP?
Para el PSOE lo más "llamativo" de la moción es el cambio de posición del PP que en la anterior moción de Vox, con Pablo Casado como líder, votó en contra mientras ahora Feijóo ha dado la orden de abstenerse. Los socialistas ponen ahí el foco y reprochan "su acercamiento absoluto a la ultraderecha" como ejemplo de futuros pactos para poder gobernar después de las elecciones.
En el PP reiteran su abstención y recriminan a Vox que brinde a Sánchez una oportunidad para "lucirse" hablando en el Congreso de lo que le apetezca en vez de los problemas de los españoles o los escándalos que cercan al Gobierno. "Nosotros no vamos a darle una alegría cuando hasta sus socios le dan disgustos. Y no vamos a ofrecerle una victoria parlamentaria porque estamos trabajando en derrotarle en las urnas", proclamó este lunes Feijóo ante el Comité Ejecutivo del PP. El presidente del PP no aparecerá por el Congreso durante esos dos días y será su número dos, la portavoz Cuca Gamarra, la que intervenga.
¿Cómo será el discurso de Tamames? ¿Incomodará a Vox?
Ramón Tamames ya está trabajando en su discurso y ha pedido a los ciudadanos que le hagan llegar propuestas y sugerencias que consideren interesantes para poder incorporarlas. En las últimas semanas el economista ha asegurado que Vox le ha dado libertad absoluta "sin vetar nada". La dirección del partido intenta restar importancia a las diferencias con el candidato que se han hecho evidentes durante los últimos días respecto a Cataluña -defendió la "nación catalana"-, la inmigración o el cambio climático.
Presenta esas discrepancias como la demostración de que el veterano economista es un auténtico independiente. La misión es echar a Sánchez, repiten. "Si el candidato pensara como nosotros le acusarían de ultra y fascista. Aparece Ramón Tamames y también nos lo afean. Aclárense", explicó el vicepresidente de Vox, Jorge Buxadé. Eso sí, sobre la invitación de Tamames al presidente del Gobierno para compartir cena, Buxadé ha sido rotundo: "Yo no me iría a cenar con Sánchez".
¿Cómo está organizado el debate?
La mecánica del debate la fijará la Junta de Portavoces, pero lo esperado es que comience el martes 21 por la mañana con la intervención de Santiago Abascal para presentar al candidato. Es el papel que ejerció el diputado Ignacio Garriga en la anterior moción, José Luis Ábalos en la que ganó Sánchez e Irene Montero en la que presentó Pablo Iglesias. El Gobierno, que tiene la potestad de intervenir cuando quiera a lo largo del debate, puede responder a Abascal o esperar a la intervención de Tamames, que como candidato no tiene límite de tiempo para presentar su programa. El presidente, tampoco.
Lo previsible es que después del cara a cara entre Tamames y Sánchez se haga una pausa antes de la intervención del resto de grupos parlamentarios que sí tienen un tiempo tasado. Será el veterano economista el que decida cómo responde a los diferentes portavoces. La votación se producirá el miércoles 22 por llamamiento, los diputados se tendrán que poner en pie y decir en voz alta el sentido de su voto.
¿Dónde se ubicará Ramón Tamames?
El Congreso ha trasladado a Tamames la absoluta flexibilidad para que pueda intervenir en el hemiciclo desde donde le resulte más cómodo. Sus problemas de movilidad, camina con un bastón, le dificultan subir y bajar de la tribuna de oradores a la que se accede por unos estrechos peldaños. Él mismo ha consultado con la presidencia si podría hacer su discurso sentado, sin tener que estar horas y horas de pie.
Todas las posibilidades están abiertas, entre ellas la de hablar desde una mesa con atril situada en el centro del hemiciclo, como hace habitualmente Pablo Echenique. En cualquier caso Batet le ha reiterado que la tribuna siempre estará a su disposición por si quiere utilizarla en algún momento.