La celebración de San Patricio tiñe de verde las calles de Dublín y de medio mundo cada 17 de marzo. Esta festividad del patrón de Irlanda tiene en cada edición más seguidores desde que se popularizara en los años 90. El patrón de Irlanda, San Patricio, fue un misionero predicador irlandés que vivió en los siglos IV y V. Su figura ha trascendido hasta nuestros tiempos porque fue quien introdujo el catolicismo en el país.
De hecho, uno de los símbolos más representativos de la fiesta de San Patricio es el trébol. Según la tradición, fue el propio santo el que utilizó esta planta para explicar con sus tres hojas la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Ir vestido de verde o llevar algún elemento de este color se ha convertido casi una obligación para esta comunidad en todo el mundo. Según la leyenda, San Patricio utilizaba el trébol para enseñar de forma más sencilla este concepto clave en la religión católica, valiéndose de la triple hoja para hablar del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo como partes del mismo Dios.
En cuanto al color verde, se trata del color oficial de Irlanda, integrado en su bandera. Sin embargo, no siempre fue así: el azul solía ser el color clave en el día de San Patricio hasta que, tras la Rebelión de los Irlandeses Unidos de 1798, se produjo el levantamiento nacionalista contra los británicos. La vestimenta de los insurrectos era de color verde, motivo por el que este color pasó a tener una nueva relevancia en la cultura irlandesa.
La celebración de San Patricio tiene lugar cada 17 de marzo porque es la fecha que este representante de la iglesia católica falleció. En concreto, el 17 de marzo del año 461. La festividad de San Patricio también coincide cada año con la fecha de la fundación de la República de Irlanda. De ahí que en el año 1931 se celebrase también en Dublín el primer desfile del Día de San Patricio en el Estado Libre de Irlanda.