Las mujeres en el Congreso en el Día de la mujer: De las 21 diputadas de 1977 a las 149 actuales
Desde 1977, el número de diputadas se ha multiplicado por siete pasando de 21 mujeres con escaño a las 149 actuales
De las 160 presidencias de la Cámara Baja desde que en 1810 nacieron las Cortes de Cádiz solo ha habido tres mujeres
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En el día internacional de la mujer es bueno dar un repaso a la evolución de la parida en el escenario político. No en vano es una profesión en la que siguen dominando los hombres. Desde que en 1977 el Congreso de los Diputados iniciara su andadura democrática con la Legislatura Constituyente hasta la actualidad, el número de diputadas se ha multiplicado por siete pasando de 21 mujeres con escaño a las 149 actuales.
Sin embargo a lo largo de estos 46 años, en los que 775 mujeres han conseguido acta en el Congreso, el incremento no ha crecido de forma homogénea y fue sobre todo a partir de 1996 cuando el número de diputadas casi se duplicó de un año para otro llegando a las 98. No obstante, no fue hasta el año 2000, coincidiendo con el segundo Ejecutivo de José María Aznar, cuando una mujer, Luisa Fernanda Rudi, del PP, presidió por primera vez el Congreso.
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Un año antes, Esperanza Aguirre, también del PP, era elegida presidenta del Senado.
Fue en la IV Legislatura, presidida por Felipe González, cuando por primera vez se incorporaron dos mujeres al gabinete de Gobierno (la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, y la portavoz del Ejecutivo, Rosa Conde), y no será hasta 2004 con los Ejecutivos de José Luis Rodríguez Zapatero cuando se dispare el número de ministras hasta sumar 9.
Las primeras legislaturas
En la Legislatura Constituyente (de 1977 a 1979) había 21 diputadas repartidas entre el PSOE, Alianza Popular, el Partido Comunista y la Unión de Centro Democrático. Un número al que se sumaron otras cuatro en la I Legislatura entre 1979 y 1982. En aquella ocasión se incorporaron mujeres con perfil más nacionalista, ya que en la Cámara empezó a tener representación el grupo de Minoría Catalana y los socialistas catalanes.
Los siguientes años, en el marco de una incipiente democracia, las mujeres parlamentarias fueron creciendo por decenas cada año, hasta que en la IV Legislatura de Felipe González (de 1989 a 1993) el número de diputadas pasó de 33 a 54.
En 1996, el número de mujeres en el Congreso casi se duplicó y alcanzó las 98, cifra que volvió a dispararse en la siguiente legislatura (del 2000 al 2004) para llegar a las 132.
En el Senado las mujeres también han crecido de manera exponencial, pasando de las primeras 6 senadoras a las 106 actuales.
Tres presidentas del Congreso
La paridad en las Cortes comenzó a cumplirse desde que se aprobó la ley de Igualdad en 2007 que establecía un mínimo del 40 % de un sexo y un máximo del 60 % del otro en las candidaturas de cada partido político en cada bloque de cinco nombres.
Sin embargo, las presidencias del Congreso han sido otro cantar.
De las 160 presidencias de la Cámara Baja desde que en 1810 nacieron las Cortes de Cádiz solo ha habido tres mujeres. Tuvieron que pasar 190 años para que Luisa Fernanda Rudi tomara el mando del Congreso.
En su primero discurso señalaba: "Las españolas alcanzamos la igualdad legal con los hombres a partir de 1978 con la aprobación de nuestra Constitución, sin embargo, al igual que nuestras compañeras de otros países europeos, nos queda un largo trecho por recorrer hasta alcanzar la ansiada igualdad real".
A Rudi le seguiría en el cargo la exministra de Sanidad del PP Ana Pastor durante la XII Legislatura (del 2016 al 2019) y en el actual periodo, la diputada socialista, Meritxell Batet.
Mujeres en la República
Lo cierto es que la lucha por la entrada de la mujer en la vida parlamentaria nace en la II República cuando se dio paso a la presencia de la mujer en las tres legislaturas de este periodo. En aquel entonces solo nueve mujeres alcanzaron el escaño sobre el total de 1.007 diputados varones.
De hecho, hasta que se aprobó la constitución republicana, ni siquiera existía el voto femenino. Un hito que tuvo como principal impulsora, Clara Campoamor, una de las diputadas pioneras junto a Victoria Kent y Margarita Nelken. Campoamor ha dado nombre a dos salas del Congreso y el Senado, así como a un premio parlamentario.