PSOE y Podemos, abocados al cisma en la votación sobre la reforma del 'sólo sí es sí' en el Congreso
Los dos socios descartan que se rompa la coalición, pero la votación de hoy augura un último año de legislatura en clave electoral cargado de tensión y desconfianza
Podemos redobla la presión y se lanza al ataque del PSOE al que acusa de "traición" al feminismo y de hacerse la "foto de la vergüenza" con PP y Vox
En el PSOE dicen que la única solución para evitar las rebaja de condenas a agresores sexuales es la suya y destacan que lo importante es que la reforma salga adelante, no con quien
PSOE y Podemos llevan semanas inmersos en una guerra encarnizada, la crisis más grave de toda la legislatura, por la reforma de la ley del 'sólo sí es sí' que estallará definitivamente esta tarde en una votación del Congreso. Será la escenificación del choque directo entre los dos socios del Gobierno de coalición tras semanas de bloqueo, reproches mutuos, incapacidad para dialogar y máxima tensión. Si no hay un acuerdo de ultimísima hora que en estos momentos parece del todo improbable, los socialistas sacarán adelante la toma en consideración de su proposición de ley para reformar el proyecto más emblemático de Irene Montero con los votos del PP, Vox, Ciudadanos, el PNV y el PDeCAT.
Podemos, que ha redoblado su ofensiva y subido tono contra el PSOE en las horas previas a la cita en el Congreso, votará en contra porque denuncia que la propuesta de su socio mayoritario, presentada de forma unilateral, se carga el consentimiento, el núcleo central de la ley de Igualdad y la línea roja para los morados. Junto a Podemos se sitúan otros socios del Gobierno como ERC o Bildu que reclaman desde hace días un acuerdo que no ha llegado.
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El bloque de investidura se resquebraja y los dos socios del Gobierno votan por separado en un proyecto legislativo clave. Una reforma de una ley que no tiene el aval del Ministerio de Igualdad, que es quien la ha impulsado. Nunca antes había ocurrido. Las posiciones se han mantenido inalterables desde hace semanas y el conflicto ha acabado enquistándose. Nadie ha cedido tras las primeras negociaciones donde se constató que Justicia e Igualdad tomaban caminos diferentes. El PSOE, por orden de Pedro Sánchez, empeñado en cambiar la ley para parar la sangría que suponen las más de 700 rebajas de condenas a agresores sexuales y Podemos enrocado en proteger el consentimiento a toda costa y culpar a los jueces de una aplicación errónea del texto legislativo.
La coalición no se rompe
La votación se produce en vísperas de las movilizaciones del 8-M donde los dos partidos van a salir a las calles divididos por la bandera feminista. Las encuestas que se han realizado recientemente, como la de GAD3 para NIUS, reflejan que los españoles castigan más al PSOE que a Podemos por los efectos de la aplicación de la ley. Sánchez sigue a la baja frente a Alberto Núñez Feijóo en todos los sondeos y los morados resisten.
A pesar de la bronca interna las dos partes rechazan romper la coalición cuando falta menos de un año para las elecciones generales. En Podemos argumentan que todavía queda agenda legislativa de transformación que impulsar y señalan que votaciones como la de este martes justifican la necesidad de estar en Moncloa. En el PSOE destacan que es más lo que les une que lo que les separa y ponen el foco en que en este tiempo han sacado adelante más de 200 leyes.
El Gobierno no se rompe, pero las relaciones entre los socios están tocadas y la foto de la votación augura unos últimos meses de legislatura complicados donde todo se va a mover en clave electoral. Entre PSOE y Podemos se ha instalado la desconfianza y cada uno va a intentar marcar perfil propio de cara a sus posibles votantes. Eso va a dificultar los acuerdos. Se ha visto en las últimas horas, donde Podemos se ha lanzado al ataque contra su socio y el PSOE ha dejado muy claro que lo que quiere es modificar la ley, con quien sea necesario.
Podemos, al ataque calentando el 8-M
Podemos ha sido muy duro en las horas previas a la votación acusando al PSOE directamente de "traición" al movimiento feminista, de ceder a las presiones de la derecha y la extrema derecha para volver al "Código Penal de La Manada" y de no querer negociar la reforma. Su portavoz, Alejandra Jacinto, realizó una última llamada a los socialistas para que recapaciten y no protagonicen la "votación de la vergüenza", "la foto de la vergüenza", ha asegurado, con los partidos "de Abascal y de Ayuso".
Para los morados, la proposición de ley del PSOE no blinda el consentimiento e implica un retroceso en los derechos de las mujeres que van a perpetrar uniendo sus votos a los de PP y Vox, partidos a los que califica como "antifeministas". Presionan con todo y argumentan que les resulta inconcebible que los diputados socialistas celebren volver al Código Penal anterior entre los vítores de las bancadas de la derecha.
A la misma hora en que Podemos disparaba esa andanada contra el PSOE, la vicepresidenta segunda del Gobierno Yolanda Díaz, en un papel de complejo equilibrio, sostenía que todavía quedaban horas suficientes para llegar a un acuerdo. "Yo no me rindo nunca", proclamaba mientras otros miembros del gabinete como la vicepresidenta Nadia Calviño o el ministro Fernando Grande-Marlaska reclamaban unidad. La propia ministra de Justicia, Pilar LLop, apuntaba que en un asunto tan importante como este "no podemos estar divididos".
El PSOE reivindica su proposición, salga con quien salga
En Ferraz decidieron no entrar al trapo de las acusaciones de Podemos. La portavoz Pilar Alegría se limitó a pedirle que reconsidere su voto en contra y a reiterar la posición del partido. En el PSOE reivindican que su propuesta es la "única solución" que se ha puesto encima de la mesa para solucionar el problema, los efectos indeseados de la aplicación de la ley. Su objetivo, subrayan, es mejorar el texto, evitar rebajas de condenas en el futuro y, sobre todo, proteger a las víctimas. La secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, ha sido tajante: "Lo importante es que salga adelante y no tanto con quién".
"El artículo 178 sobre el consentimiento permanece igual, idéntico", ha enfatizado Alegría que sí ha pedido respeto y prudencia a Pablo Iglesias después de que el exlíder de Podemos haya avisado a los socialistas de lo que se podrían encontrar en las manifestaciones del 8 de marzo.
En el PSOE apelan continuamente a que una mayoría de la sociedad ve con buenos ojos que se corrija la norma. Fuentes del partido sostienen que habrá otros partidos que votarán a favor de la toma en consideración más allá del espacio de la derecha y afirman que mantendrán abierta la negociación a lo largo del trámite de enmiendas para sumar más apoyos en las votaciones finales.
El debate y la votación serán esta tarde en el Congreso. Antes, los ministros del PSOE y Podemos, bajo la presidencia de Pedro Sánchez, se sentarán cara a cara en la reunión del Consejo de Ministros en uno de los momentos más delicados para la coalición.