La segunda moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez, esta vez liderada por el economista y exmilitante del PCE Ramón Tamames, no va a salir adelante, pero va a acaparar todo el foco político y mediático durante días en el Congreso. La cita no tiene fecha -la fijará Meritxell Batet una vez que el próximo lunes Vox registre oficialmente la iniciativa y posteriormente la califique la Mesa del Congreso-, pero tanto el Gobierno como los diferentes grupos parlamentarios preparan estrategias para un debate de la máxima visibilidad semanas antes de las elecciones municipales y autonómicas.
El Gobierno, a través de varios ministros, traslada el mensaje de que se "toma en serio" la moción de censura. Destaca que es un instrumento recogido en la Constitución y que se abordará con la "máxima seriedad". Pedro Sánchez, que llegó por primera vez a La Moncloa tras ganar una moción de censura contra Mariano Rajoy, se preparará su discurso ante Tamames y lo medirá al detalle.
En el Ejecutivo evitan restar importancia al debate, minimizar la moción o minusvalorar al candidato como sí han hecho otros partidos políticos. Alberto Núñez Feijóo, que ya ha anunciado la abstención del PP, la ha calificado de "show", Unidas Podemos de "esperpento", ERC de "despropósito", Bildu de "mal chiste". Todas esas fuerzas consideran que lo único que pretende Vox es generar ruido y acorralar al PP desperdiciando dos días de trabajo parlamentario para una moción que acabará fracasando. Algunos grupos se están planteando incluso no intervenir en el debate.
Los ministros de Sánchez no se han apuntado a los calificativos gruesos y muestran su respeto a Tamames. No se quiere transmitir esos días la imagen del presidente del Gobierno al ataque contra un antiguo militante del PCE y para muchos figura de la Transición, que además tiene 89 años. Fuentes del Gobierno muestran su preocupación porque el debate genere desapego electoral entre los ciudadanos al ver que una moción promovida por Vox tiene como candidato a la Presidencia del Gobierno a una persona de edad avanzada, apartado de la actividad política desde hace años y con orígenes comunistas.
Desde la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, hasta el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, pasando por María Jesús Montero o Pilar Alegría sostienen además que la moción será una "gran oportunidad" para demostrar que hay dos modelos para gobernar España. "El modelo del Gobierno que sube el salario, las becas y las pensiones y el de la derecha y la ultraderecha que está en contra de todo y pretende que retrocedamos en derechos y calidad de vida", dijo Bolaños. Una ocasión "magnífica" para conocer el "plan oculto" de Vox, aseguró Pilar Alegría.
Los miembros del gabinete también intentan vincular a Alberto Núñez Feijóo con la operación de Vox y recuerdan que se reunió en secreto con Abascal y con el propio Tamames para hablar de la moción de censura. A pesar de que el PP ya ha dicho que se abstendrá, para Bolaños la decisión está "tomada de manera concertada en reuniones previas" entre los tres.
A Sánchez la moción le puede suponer un balón de oxígeno en un momento especialmente complejo dentro del Gobierno con varias batallas internas abiertas, la más grave la de la ley del 'sólo sí es sí' y la negativa de Irene Montero a reformarla tras las rebajas de condenas a agresores sexuales. La foto que busca el Gobierno, además de confrontar modelos, es la del cierre de filas de todo el bloque de la investidura con Sánchez.
La moción entrará de forma oficial en el registro del Congreso el lunes 27 de febrero. A partir de ahí las fechas no están claras, pero podría ser calificada por la Mesa de la Cámara un día después. Tanto el Reglamento como la Constitución, que regulan ese tipo de iniciativas, estipulan que es la presidenta del Congreso quien fija el calendario.
El único límite es que deben pasar cinco días desde la presentación de la moción hasta que se pueda producir el debate y la votación. Si finalmente la iniciativa se califica la semana que viene, el primer pleno en el que se podría debatir es el del 7 al 9 de marzo. Precisamente el martes día 7 está previsto el debate clave para el Gobierno, la toma en consideración de la proposición del PSOE que reforma la ley del 'sólo sí es sí' . En estos momentos sigue sin haber acuerdo en la coalición.
No parece que la moción se debata en esas fechas. Fuentes del Gobierno no ven mal celebrar el pleno antes de Semana Santa. Si vamos a los precedentes, las tres últimas mociones de censura han tenido tiempos diferentes. Pablo Iglesias registró una contra Mariano Rajoy el 19 de mayo de 2017 y la perdió el 14 de junio, casi cuatro semanas después. La que ganó Pedro Sánchez a Rajoy se resolvió en tan solo unos días, la registró un 25 de mayo de 2018 y se votó el 1 de junio. La última que presentó Santiago Abascal contra Sánchez entró en el registro el 29 de septiembre de 2020 y el Congreso la tumbó cuatro semanas más tarde, el 22 de octubre.