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Esta semana se cumple un año desde el inicio de la guerra de Ucrania y en España afloran de nuevo las diferencias en el seno del Gobierno sobre el papel de nuestro país. El presidente Pedro Sánchez está decidido a no ser "equidistante" porque Rusia es el agresor mientras Podemos rechaza el envío de armamento comprometido por el Ejecutivo, incluidos los tanques Leopard, y ha acusado estos días al PSOE de hacer "seguidismo" de los intereses de Estados Unidos. En este contexto, aunque todavía no tiene fecha fijada en el calendario, Pedro Sánchez comparecerá en el Congreso para informar sobre varios asuntos de forma acumulada, entre otros, de la posición española en el conflicto.
Es una petición del PP, que también quiere que el presidente rinda cuentas a la Cámara de cómo están las relaciones con Marruecos tras la última reunión de Alto Nivel en Rabat tras el giro del Sahara Occidental. Ese es otro frente abierto en el Ejecutivo. Los ministros de Podemos no acudieron a esa cita para mostrar su oposición al cambio de política sobre la antigua colonia española. "No se dan las condiciones", dijo Ione Belarra para que su partido asistiese a esa cumbre.
El PSOE aceptó este martes en la Junta de Portavoces del Congreso esas peticiones de comparecencia, pero no será un pleno monográfico sobre esos asuntos. Sánchez aprovechará la sesión donde normalmente traslada los resultados de los Consejos Europeos para dar explicaciones de manera conjunta. Los populares quieren exprimir al máximo que PSOE y Podemos están en una fase de marcar perfil propio para meter el dedo en la llaga en los focos de confrontación abiertos y mostrar su debilidad. Las discrepancias en materia internacional se suman a la crisis enquistada por la reforma de la ley del 'sólo sí es sí' que está desgastando a todo el Gobierno o a la falta de acuerdo por el precio de la cesta de la compra.
La estrategia del PP es atacar al Gobierno con esas vías de agua sin taponar para evidenciar que está en tiempo de descuento y presentar a un Sánchez que cede ante sus socios para mantenerse en el poder. Es la que utilizó este miércoles en el Senado Alberto Núñez Feijóo en su cara a cara contra el presidente al que le preguntó si "España merece un Gobierno en crisis permanente". El líder del PP reprochó al jefe del Ejecutivo la ley del 'sólo sí es sí' y la ley trans, dos banderas feministas, y las presentó como "peajes" para seguir en Moncloa.
Feijóo puso el foco en el ruido interno consciente del daño que hace a la coalición. "España está cansada de su Gobierno y de usted", espetó el dirigente popular que finalizó su intervención con un "deje ya de molestar a la gente de bien. Deje de meterse en la vida de los demás".
Sánchez reivindicó la estabilidad de su Gobierno y recordó las más de doscientas leyes aprobadas y los tres presupuestos generales del Estado que han salido adelante en esta legislatura. El presidente sacó pecho por el aumento de las becas mientras afeó a Feijóo sus "recortes" en Educación y Sanidad cuando era presidente de la Xunta de Galicia. Tiró además de los mensajes de algunos dirigentes del PP que se han hecho públicos cuando cayó Pablo Casado como como el del portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, para dejar caer su "traición". "Le recomiendo que mire a ver si siente algo en la espalda", le dijo Sánchez provocando la protesta de la bancada popular.
Los populares denuncian la "opacidad absoluta" del Gobierno en política exterior. La dirección del PP se ha quejado en más de una ocasión de la falta de información de Sánchez al líder de la oposición sobre algunas decisiones clave sobre la guerra como el envío de armamento o el cambio unilateral respecto a Marruecos y el Sahara.
En Génova consideran que el Gobierno ha puesto un "silenciador absoluto" en materia internacional para hurtar a la sociedad información clave, pero sobre todo para que no se escenifiquen las permanentes diferencias en la coalición.
En ese contexto los populares han denunciado que Moncloa ha impedido al presidente del PP viajar a Letonia para visitar a las tropas españolas desplegadas en ese país. No existen precedentes de que un líder de la oposición haya visitado a los soldados en misiones en el extranjero aunque sí lo han hecho los grupos parlamentarios. Desde Defensa, la ministra Margarita Robles ha justificado la negativa porque el viaje coincidía con un ejercicio "muy importante" de la OTAN. "Feijóo sabe que será muy bien recibido en cualquier unidad militar, pero no cuando se estén realizando unas operaciones que puedan distorsionar la visita", remató Robles.
Dentro de la estrategia popular para visibilizar la falta de acuerdo en un tema tan sensible como la guerra está forzar una votación en el Congreso dentro de dos semanas para que PSOE y Podemos se retraten. Este miércoles interpelan en la sesión de control a Margarita Robles para que informe sobre "los últimos acuerdos adoptados y compromisos adquiridos por España en el seno de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en relación con el apoyo militar a Ucrania".
Esa iniciativa tendrá como consecuencia una moción que deberá votarse. Podemos se ha opuesto al envío de armamento desde el primer momento y ha apostado porque España defienda una salida pacífica al conflicto. Mientras, Pedro Sánchez ha sido tajante al mantener los compromisos de España con la OTAN, el aumento del presupuesto en gasto militar y el envío de material bélico a la zona como los tanques Leopard en coordinación con los países aliados. La empresa Santa Bárbara trabaja ya en la reparación y rehabilitación de media decena de carros de combate para desplazarlos a Ucrania.
El PP, al igual algunos aliados del Gobierno como ERC o Bildu, considera que ese envío debería votarse en la Cámara. Moncloa ya lo ha rechazado con el argumento de que esos compromisos ya fueron asumidos por la Unión Europea y la OTAN. La Ley de la Defensa Nacional especifica que hay que pedir la autorización del Congreso para la participación de las Fuerzas Armadas en misiones fuera del territorio nacional. Es decir, el desplazamiento de tropas o efectivos del Ejército.