Como si fuera un patio de colegio, en el juicio por la adjudicación del montaje del Pabellón valenciano de Fitur 2009 se ha visto este martes como el presidente del tribunal ordenaba al acusado Francisco Camps cambiar su asiento de última fila por uno en la primera. El objetivo, poder ver si, como acababa de denunciar un abogado, el expresidente valenciano se dedica a insultar y emitir opiniones durante los interrogatorios.
No es el primer incidente de este tipo en la Sala. Tras la primera declaración, la de Francisco Correa, el cabecilla de la trama Gürtel aseguró que Camps se le había acercado y le había llamado "hijo de puta" y "mentiroso", algo que el antiguo político del PP niega.
Por ese asunto hubo una denuncia de Correa. Este lunes, al reanudarse la vista, el Tribunal inició la sesión pidiendo "calma y respeto institucional". Pero parece que el mensaje no ha tranquilizado las aguas de Gürtel.
El martes, la sesión ha comenzado con otra denuncia, del abogado Gustavo Galán, defensor de Álvaro Pérez. El letrado asegura que mientras ayer interrogaba al antiguo 'Bigotes', Camps le llamó "miserable" desde la última fila.
Tras dos minutos para deliberar, el tribunal ha tomado la decisión de ordenar al acusado que cambiara su asiento por uno de primera fila. La decisión ha sido respondida con una enérgica e inútil protesta del abogado de Camps, apoyado por otra compañera que aseguraba que lo de "miserable" no era cierto.
A los dos los ha cortado de forma tajante el magistrado José Antonio Mora Alarcón, aunque finalmente la defensa del expresidente valenciano ha encontrado otra solución: que Francisco Camps -abogado en ejercicio- se siente junto a él "en estrados", algo a lo que el tribunal ha accedido sin problema, porque al ser letrado, tiene perfecto derecho.