Empezó Francisco Correa, ha seguido Pablo Crespo y ha culminado Álvaro Pérez. Los tres cabecillas de la trama Gürtel, que llevan seis años en prisión y desde hace un tiempo han empezado a confesar sus delitos, se lo están poniendo difícil a su compañero de banquillo Francisco Camps, en el juicio por contrato, presuntamente irregular a la trama del montaje del pabellón valenciano de Fitur 2009. "Éramos como un Brazo del PP", señaló Correa el 31 de enero; "El eje básico era Camps", apuntalaba Crespo; "Yo pedía ayuda a Paco Camps y él me ayudaba", remachaba Álvaro Pérez este mismo lunes.
Camps, asiste a todos estos señalamientos con notable nerviosismo y con una petición de la Fiscalía de dos años y medio por tráfico de influencias. El expresidente valenciano, que llegó a sonar como sucesor de Rajoy, insiste en negar a sus antiguos colaboradores y a explicar a los medios que si hay grabaciones que certifican su buena relación con Pérez, se debe sólo a que e que siempre ha sido una persona "de naturaleza afable".
Pero esa afabilidad se ha visto emborronada estos días. El 31 de enero, tras la declaración de Correa, y según el cabecilla de la Gürtel, Camps se acercó a él y le dijo "mentiroso", "hijo de puta", "me vas a arruinar la vida".
El episodio ha acabado con una denuncia de Correa y una petición de "calma y respeto institucional", este lunes, por parte del presidente del tribunal, José Antonio Mora Alarcón. Aún así, el magistrado ha tenido que calmar a Camps durante la declaración de Álvaro Pérez, que estaba acorralando a Francisco Camps y que hacía gestos desde su sitio.
Afeitado, con un corte de pelo diferente y alejado -para variar- de declaraciones apasionadas, Álvaro Pérez, el antiguo bigotes, ha insistido una y otra vez en que Correa abrió sucursal en Valencia aprovechando la buena relación que mantenía con el expresidente valenciano.
En la sala se han oído varias conversaciones entre ambos, con rotundos "te quiero"; agradecimientos de regalos que hacía la trama a Camps y su familia; y también el vídeo de la boda del otrora conocido como 'El Bigotes'. En su discurso de novio, le hablaba con toda la confianza, mientras Camps, y sus hombres fuertes Ricardo Costa y Vicente Rambla, reían desde la mesa de invitados.
Tras la emisión del vídeo, Pérez ha insistido en su estrecha relación: "Entiendo que se quiera negar lo innegable, pero había mucha gente en Valencia que sabía cuál era mi relación con el señor Camps"
Pero más allá de eso, y a preguntas de la fiscal, Álvaro Pérez ha desgranado la historia de cómo eran las cosas en la Comunidad Valenciana de Francisco Camps. Al principio -ha explicado- "hacíamos los actos del PP, muchos y muy bien", pero poco a poco, según su versión, consiguieron entrar en la Administración Pública gracias a Camps. Entre los servicios prestados, el contrato para el montaje del stand de la Comunidad Valenciana en Fitur 2009, que según Pérez, "venía de presidencia", es decir, que se les otorgó por orden Camps y según la Fiscalía de manera irregular.
Quería Álvaro Pérez dejar claro que su declaración no era a cambio de ningún beneficio, sino fruto de la "reflexión" después de seis años en la cárcel con tiempo para pensar. Y como prueba, ha leído el escrito por el que la Fiscalía se ha opuesto a que obtuviera, en enero de este año, un permiso penitenciario.
Justo antes de Pérez, había declarado Pablo Crespo, el que fue número dos de Correa. También él ha hecho su propia reflexión sobre los cambios que la cárcel ha operado en él: "Creo que he cambiado para bien. He sido una persona que he respetado la ley, soy una persona ordenada y me he dado cuenta de que hemos actuado de una forma que no se debe hacer. Estoy pagando lo que me toca pagar." Ha afirmado reconociendo que para él era "duro" decir esas palabras.
A diferencia de Pérez, Crespo, que también está en prisión, sí ha llegado por su propio pie a sede de la Audiencia Nacional de San Fernando. También él lleva seis años en la cárcel, pero este lunes, estaba de permiso penitenciario.
Sobre Camps, lo ha definido como "el eje básico" de las operaciones de Gürtel en la Comunidad Valenciana. Ha contado que como presidente de la Generalitat, les "ayudaba a sortear problemas" y que las empresas de Correa partían con "ventaja comercial" con respecto a sus competidores por la influencia "jerárquica" y "moral" del líder de los populares.
De hecho, esa "facilidad" les hizo trasladar parte de las empresas a Valencia y no a otra zona del Mediterráneo: "Si a Pérez lo recibían era por la buena relación con Camps que todo el mundo conocía", ha declarado Pablo Crespo, el secretario de Organización del PP gallego antes de convertirse en la mano derecha de Correa.
Las declaraciones de Crespo y Pérez cierran el círculo que empezó a trazar su antiguo jefe, Francisco Correa. También él señaló a Camps como el facilitador de la llegada de la trama a la Comunidad Valenciana. "Éramos como un brazo del PP", llegó a decir Correa, que como sus compañeros y otros siete acusados ha aceptado las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción.
La ruptura de la trama con el PP en Madrid, al llegar Rajoy, unida a la buena relación de de Álvaro Pérez con Francisco Camps, fue el motivo de que la Gürtel aterrizara en la Comunidad Valenciana con el objetivo de "trabajar allí con el partido y la Administración" según sus propias palabras.
Correa sí admitió que él sólo vio a Camps dos o tres veces y que era Pérez, conocido en el lenguaje Gürtel como 'El Bigotes', el que trabajó en conseguir que la Generalitat les diera trabajos como el montaje del stand de Fitur que los vuelve a reunir a todos ahora en un banquillo Gürtel en la Audiencia Nacional.