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El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha clarificado hoy la postura de la dirección nacional del partido sobre el aborto. Feijóo ha asegurado que el aborto "no es un derecho fundamental" pero que el PP "no coaccionará" a las mujeres que quieran abortar de acuerdo con la ley. Se escuda en que la interrupción voluntaria del embarazo no está recogida en la Convención de Derechos Humanos y reclama "consenso" al PSOE pero también al ala más dura de su partido que ha criticado su cambio de posición sobre la Ley de plazos.
"No considero que el aborto sea un derecho fundamental pero se puede producir según el derecho que tiene una mujer según la ley de su país", ha dicho en una comparecencia ante los medios de comunicación. Esa es la fórmula que ha encontrado Génova para intentar calmar los ánimos entre las bases católicas de su partido. En un ejercicio de equilibrio político fuentes de la dirección nacional insisten en que es "un derecho de la mujer que se ejerce de acuerdo a la ley" y recuerdan que un derecho fundamental no "limita en semanas" como hace la actual .
Eso después de avalar la semana pasada la Ley de plazos tras el rechazo del Tribunal Constitucional interpuesto por los populares en 2010. Feijóo dijo entonces que la Ley del aborto de Zapatero era "correcta". Unas palabras que no sentaron nada bien en el ala más conservadora del partido y obispos que montaron en cólera y hablaron directamente de traición.
A todos ellos Feijóo les ha recordado que la actual Ley de plazos lleva vigente los últimos trece años y que ningún Gobierno ni del PP ni del PSOE la ha cambiado.
"Sería bueno buscar acuerdos y consensos. No vamos a coaccionar a ninguna mujer que quiera interrumpir su embarazo", ha subrayado en un intento de zanjar la cuestión.
El líder del PP ha visitado hoy la Fundación Ronald McDonald en Madrid que da cobertura a las familias con niños hospitalizados con cáncer. Una visita en la que ha estado acompañado por el consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Escudero, en plena ola de protestas por la sanidad en Madrid. Núñez Feijóo ha querido así cerrar filas con la presidente Isabel Díaz Ayuso.
"El Gobierno intenta sacar tajada política de un problema que afecta a todas las Comunidades Autónomas", señalaba. Responde así al ataque del presidente Pedro Sánchez que esta mañana durante la sesión de control al Gobierno ha acusado al PP de "insultar a la cara a los médicos".
La estrategia de Génova pasa por trasladar la idea de que la sanidad es un problema nacional y no sólo autonómico. Su receta para paliar esta crisis pasa por crear el mismo número de plazas MIR que de licenciados en Medicina y la creación de la especialidad de urgencias médicas para aliviar el déficit de médicos en primaria