A algo más de cien días para las elecciones autonómicas y municipales de mayo, Vox ha rescatado una cuestión con muchas aristas como el aborto para intentar morder electoralmente al Partido Popular. La formación de Abascal se ha hecho eco del malestar en el ala más conservadora del PP que no termina de asumir el viraje de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, sobre esta cuestión para pescar en río revuelto.
"El aborto no es un derecho", ha proclamado solemnemente su portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. Siguiendo la línea marcada por la dirección de Bambú, Espinosa ha presentado a un PP alineado con el Gobierno de Pedro Sánchez en una suerte de "nuevo bipartidismo" en temas como la interrupción voluntaria del embarazo.
"Nosotros vamos claros. Es importante que de cara a las elecciones todos entendamos este consenso progre. Hay una serie de partidos coincidentes en temas morales y que enfocan el aborto como un derecho. Nosotros no creemos que eso pueda ser un derecho", insistía Espinosa.
En este sentido Vox ha aprovechado para traer al Congreso el protocolo antiabortista que intentó implantar en Castilla y León provocando la mayor crisis en el Gobierno de coalición de Alfonso Fernández Mañueco.
La formación de Abascal ha registrado hoy una proposición de ley calcada al protocolo 'fantasma' de Castilla y León que como aquel ofrece "las mujeres gestantes" asistencia psicológica gratuita, escuchar el latido feta y ecografías 4D.
"Reclamamos un cambio de rumbo de una mentalidad que ya ha absorbido a todos los demás partidos. Vamos a intentar evitar ese mal a las mujeres y ofrecer alternativas a las mujeres", decía el portavoz de Vox.
Esa proposición reclama también la derogación inmediata de la ley del aborto de Sánchez que aún no se ha aprobado definitivamente. Lo que no aclaran los de Abascal es si su modelo es volver a la ley de supuestos del 85 o asumen la ley de plazos como ha hecho el PP de Feijóo. Según una encuesta de 'El Diario.es' el 67,4% de los votantes de la extrema derecha están a favor del aborto.
"Jamás se ha hablado de la barbaridad de meter a las mujeres en la cárcel. El aborto es una cosa grave que hay que intentar evitar. Significa que hay que dar a las mujeres opciones para que tengan alternativas. Para que tomen mejores decisiones con mejor información", una afirmación que esta última rectificada sobre la marcha por Espinosa consciente de que pisa terreno resbaladizo.