El Gobierno y los independentistas salvan la ley de bienestar animal que excluye a los perros de caza

El Gobierno ha salvado los muebles en el último momento y por los pelos, pero ha sufrido hasta el final. Aprobada en el Congreso la ley de bienestar animal, el proyecto impulsado por Ione Belarra, que ha estado en el alambre durante horas por las fuertes discrepancias entre PSOE, Podemos y el resto de socios de investidura. Los perros de caza estarán excluidos de la norma como querían los socialistas que han recibido duras críticas desde las bancadas de sus aliados por plegarse, dicen, a los intereses del lobby de cazadores.

El resultado de la votación ha sido de 174 votos a favor (PSOE, Podemos, ERC, Bildu y la CUP), 167 en contra y 7 abstenciones. Respecto a la reforma del Código Penal para modificar las penas contra el maltrato animal y que requería mayoría absoluta también ha salido adelante. La foto de la votación no es la habitual porque se han descolgado del bloque de la investidura algunos socios tradicionales como el PNV o Más País.

Ha sido una mañana de nervios, de hacer cuentas y de llamadas telefónicas cruzadas. La sangre no ha llegado al río y PSOE y Podemos han votado lo mismo a pesar de que han escenificado sus diferencias. Tras la votación, los diputados de Podemos han aplaudido puestos en pie a la ministra Belarra mientras que los socialistas han permanecido sentados en sus escaños en silencio. El socio minoritario del Ejecutivo habla de "victoria agridulce" y sigue exigiendo al PSOE que rectifique en el Senado donde todavía queda tramitación.

Los morados han cedido y han tenido que aceptar que los perros de caza no formen parte de la protección de su ley para que el proyecto no decayese. Una derrota parlamentaria con los socios de la coalición votando distinto hubiese añadido más tensión al Gobierno que está inmerso en una crisis profunda por la reforma de la ley del 'sólo sí es sí'.

El "sí" de ERC ha sido clave, al igual que el de otras fuerzas independentistas, para aprobar la ley a pesar de que hasta unas horas antes de la votación dirigentes republicanos habían asegurado que no apoyarían el proyecto. El PSOE se movilizó la noche del miércoles, negoció y consiguió que diesen un giro al pactar algunas enmiendas que quedaban vivas. En Esquerra creen que todavía queda tiempo para seguir negociando sobre los perros de caza en la Cámara Alta. Lo que ha quedado claro es que la ley, tal y como está redactada y ha salido adelante, no entusiasma a la mayoría de partidos que la han apoyado.

En el banco azul del Gobierno han asistido al debate Ione Belarra e Irene Montero, las dos ministras de Podemos. La titular de Derechos Sociales ha lamentado desde la tribuna que se haya roto el consenso que se consiguió en el Consejo de Ministros y que Podemos considera que el PSOE quebró al presentar una enmienda durante la tramitación parlamentaria para excluir a los perros de caza con el apoyo del PP y de Vox.

Belarra ha pedido perdón a las protectoras de animales y a las asociaciones que "rescatan perros abandonados por los cazadores" cuando finaliza la temporada de caza. Para ella la ley va a dejar en la impunidad a los maltratadores de esos animales. Ha cargado contra la "minoría poderosa" del lobby de la caza que quiere impedir avances en derechos y en su lista de agradecimientos no ha estado el PSOE. "No hemos llegado tan lejos como hubiésemos querido ni tan lejos como pensábamos llegar", ha enfatizado.

El diputado de Podemos, Juantxo López de Uralde, ha reprochado a los socialistas su "enmienda de la vergüenza" y que se hayan arrodillado ante el PP, pero ha puesto en valor que es una buena ley que avanza en favor de los animales.

Desde ERC han reprochado a los socios del Gobierno su disputa en la gestión de la ley y a los socialistas haberse auto enmendado un proyecto aprobado en el Consejo de Ministros. Joan Capdevila considera que el texto sale "escuchimizado" pero aún así implica avances. "Por nosotros no será. Por nosotros hay partido", ha afirmado.

Al bloque de los partidos que han votado en contra, además de PP, Vox y Ciudadanos, se han sumado otras formaciones que normalmente apoyan al Gobierno. El PNV se ha opuesto porque denuncia invasión de competencias, el PDeCAT por lo mismo y Más País porque cree que la ley es una oportunidad perdida al dejar fuera a los animales más vulnerables. La mayoría de la investidura se ha resquebrajado en la votación.