La estrategia política de Pedro Sánchez y de Alberto Núñez Feijóo quedó marcada en el cuerpo a cuerpo que mantuvieron este martes en el Senado, el primero de este año electoral. El presidente del Gobierno y el líder de la oposición se situaron en el tablero político y desvelaron sus armas con un duro cruce de reproches.
Sánchez fue a por todas contra el líder de la oposición para intentar desactivar y minar su figura con un ataque frontal. En algunos momentos pretendió ridiculizarle. Feijóo tiró de la ley del 'sólo sí es sí' y exprimió la brecha abierta en el Gobierno de coalición que no se pone de acuerdo para reformarla para acusar al presidente de hacer el mayor retroceso en los derechos de las mujeres. Eso sí, le ofreció sus votos para corregirla.
Moncloa se jactó de que Sánchez había acudido al Senado para contrastar modelos, proyectos y liderazgos y retrató a un Feijóo sin crédito y sin propuestas. "¿Hay enfermería en el Senado?", bromeaban algunas fuentes del Gobierno que sostienen que en todos los caras a caras entre los dos líderes siempre ha ganado el presidente por goleada. Para los populares esa dureza obedece a la desesperación de Sánchez y a su debilidad electoral.
Todo huele a elecciones en los debates parlamentarios y en esa clave se miden ya las intervenciones. El presidente, que llegaba al Senado con el anuncio de la subida del Salario Mínimo Interprofesional hasta 1.080 euros mensuales en este 2023, puso el foco en la pérdida de poder adquisitivo de los salarios de los españoles en la última década por las recetas neoliberales del PP e hizo una defensa encendida del Estado del Bienestar. Es más, acusó a la derecha de tener un plan para debilitarlo y socavarlo.
Un discurso socialdemócrata donde arremetió contra las grandes empresas que aumentan sus beneficios millonarios pero no suben ni un céntimo a sus empleados. Otra vez presumió de datos económicos, de su liderazgo en Europa y de las fortalezas de la economía española para hacer frente a las consecuencias de la guerra sin haber contado nunca con el PP.
Feijóo, en lo económico, se quejó del triunfalismo y reclamó la bajada del IVA en la carne, pescado y conservas, deflactar el IRPF y eliminar los gastos innecesarios del Estado. "Su discurso rezuma populismo, menos mal que España ya no le cree", le espetó.
La losa de la polémica por la ley del 'sólo sí es sí' pesaba sobre Sánchez que reconoció los efectos indeseados de la aplicación del proyecto estrella de Irene Montero. "Los vamos a corregir", aseguró. Fue esa ley la que utilizó Feijóo para lanzar la mayor andanada contra el Gobierno. Pasará a la historia, le dijo, por ser el primer presidente que dio un paso atrás en la lucha del feminismo. Para Feijóo el goteo de rebajas de penas no es fruto de un error sino de la "insensibilidad e irrelevancia" de Sánchez como presidente.
Como es habitual fue en la réplica donde Sánchez subió el tono y los decibelios contra Feijóo. Le atacó por su gestión económica, por sus propuestas de calidad institucional y por su papel internacional. "Usted no da mucho más de sí", dijo respecto a las primeras. Pero especialmente dura sonó la última acusación: "Usted como estadista internacional, nada. Para ser exactos menos que nada". Una burla de Feijóo al que reprochó haber hecho tan solo un par de viajes a Bruselas para hablar mal de la economía española.
También le afeó desde su paso por la Xunta en Galicia donde aumentó la deuda hasta todas sus propuestas desde que es líder del PP. "Cada vez que usted abre la boca sube el pan", afirmó.
Para Sánchez, las medidas institucionales que propuso el presidente del PP desde Cádiz son "palabrería". Frente a la moderación prometida cuando llegó a Génova, Sánchez le recordó haber metido a Vox por primera vez en el Gobierno de Castilla y León, romper el acuerdo sobre el CGPJ -"sé que eso a usted le resbala, cumplir la Constitución o no"-, promover una iniciativa en el Parlamento para que no se debatiera una ley (en referencia al recurso presentado ante el TC contra la reforma para renovarlo) o acoger a dos tránsfugas de UPN en las listas municipales.
Sánchez, que ha tirado en varias ocasiones de la hemeroteca de Feijóo, ha incidido en una entrevista en la que el líder popular dijo que le avergonzaría estar en un Gobierno "tan mediocre" como el suyo. El presidente del Gobierno ha propuesto a Feijóo que podría rescatar a exministros del PP salpicados por la corrupción como Rodrigo Rato, Eduardo Zaplana o Jaume Matas mofándose de ellos. Rato podría ser el nuevo vicepresidente económico y dirigir esa cartera con "honradez y destreza", Zaplana sustituir a la ministra de Trabajo Yolanda Díaz para manejar la reforma laboral "con más soltura y honradez" y para luchar contra el cambio climático es necesaria "sensibilidad y conducta intachable, ¿qué le parece Jaume Matas?".
"A usted solo le importa resistir y destruir al adversario", se ha quejado en un momento del debate Feijóo que ha reprochado al presidente haber hecho una intervención con "menos altura y calidad" de las que han tenido los jefes de la oposición en Galicia. Ha sido el tono del primer debate del año entre los líderes de los dos grandes partidos que augura un año de batalla encarnizada.