En la guantera de su coche, guardaba el libro "República, guerra, y campos de concentración, memorias de un anarquista bilbaíno"; en su habitación, un póster de la Pasionaria; y en el salón de su casa, tubos a mansalva, un dron DJI, modelo Mávic 2, valorado en unos 6.000 euros, una imagen de Lénin e infinidad de recortes de periódicos antiguos. Son sólo algunos de los objetos que se encontraron en la casa de Pompeyo González, el jubilado de Miranda de Ebro detenido este miércoles por el envío de seis sobres con explosivos a Moncloa, Defensa o la embajada de Ucrania. Así lo confirman a NIUS fuentes de la investigación sobre este hombre, activo en las redes sociales
Nostálgico de la URSS, sus pertenencias dejan clara su pasión por el comunismo. Había recortes del Gramma, el periódico del régimen cubano; de La Gaceta, o del Diario de Burgos. La mayoría eran antiguos y hacían referencia a ETA o a la Guerra Civil. También un ejempla de "La ventura rusa: voluntarios mirandeses en la división azul".
Y entre los recortes, uno sobre la presentación recogida por el Diario de Burgos del libro "Matar al rey", de José Luis Corral, sobre las intrigas de Castilla en el Siglo XIV
Pero no todo lo que guardaba Pompeyo estaba en papel. También tenía numerosos pen drive, un portátil, una cámara de vídeo y ese dron, que según algunas informaciones es capaz de transportar explosivos.
Los tubos metálicos estaban repartidos por toda la casa. Había muelles, taladros, tornillos. Y en la nevera guardaba una bolsa de polymorph, un termoplástico moldeable que la policía científica se llevó a su casa.
También había dinero, varios paquetes de billetes de cincuenta euros, o una cizalla que guardaba en su coche, aparcado a las puertas del domicilio registrado.
La Fiscalía y los agentes que han trabajado en su caso creen que estaba en disposición de hacer más envíos y que su voluntad era hacerlo. Por eso, está acusado de seis delitos de terrorismo, dos de ellos agravados por ir dirigidos contra miembros del Gobierno, y de fabricación y tenencia de material explosivo e incendiario.
Sin embargo, puesto ante el juez Calama, de la Audiencia Nacional, González se ha negado a declarar y no ha dado respuesta sobre sus motivos para almacenar todo su material. La fiscal ha pedido prisión provisional, incomunicada y sin fianza para él.