El PSOE está convencido de que su principal activo en este ciclo electoral son las medidas sociales que ha puesto en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez y toda la estrategia de precampaña pivota sobre esa idea. Será el principal argumento de sus dirigentes y candidatos y se visualizará esta semana. Los socialistas colocan como elemento central la política social que les sirve además para contrastar dónde está el Ejecutivo y dónde está el PP. De momento ya han minusvalorado la propuesta estrella y solemne de Alberto Núñez Feijóo para que gobierne la lista más votada, la han calificado de "poco seria", "chascarrillo" e "incoherente".
"Sánchez está con la mayoría social de este país", es el mantra más repetido en Ferraz y en Moncloa. Este martes el Gobierno intentará dar un espaldarazo a ese mensaje con tres puntos clave: los más de 10 millones de jubilados comienzan a percibir sus nuevas pensiones con una subida del 8.5%, el tercer paquete de medidas anticrisis para hacer frente a la guerra en Ucrania se va a aprobar en el Congreso y el presidente del Gobierno rematará en un pleno extraordinario con una comparecencia a petición propia donde desplegará todo su argumentario.
Todo enfocado en contraponer la política del Gobierno de coalición para paliar los efectos primero de la pandemia y después de la guerra a las recetas del PP. El plato fuerte llegará dentro de una semana en el Senado donde Sánchez mantendrá su tercer gran duelo parlamentario con Feijóo. Un cuerpo a cuerpo buscado por el líder socialista porque cree que ha ganado en todos por goleada al líder de la oposición.
En Ferraz han puesto las pilas a todos sus cuadros, diputados y senadores y el partido entero se va a movilizar estos días para explicar en cada territorio el incremento de las pensiones. La dirección socialista tira de un clásico en época electoral y habla de semana "extraordinaria" para los millones de pensionistas españoles, una franja clave de la población de cara a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.
En el PSOE reivindican la subida media de 1.500 euros al año tras su reforma para revalorizar las pensiones según el IPC frente a los 48 euros que subirían si se hubiese mantenido la del PP que solo contemplaba un aumento del 0,25%. Los socialistas presumen de que los pensionistas están viendo en sus nóminas subidas de 108 euros al mes en vez de los 3,5 euros que querían los populares.
El PP votó en contra de esa subida de las pensiones, al igual que de otras medidas puestas en marcha por el Gobierno, y el presidente se lo echará en cara desde la tribuna del Congreso identificando al PP de Feijóo como el partido del "no", al igual que el de Pablo Casado.
Este martes se convalida el tercer paquete de medidas anticrisis y si no hay cambios de última hora el PP se quedará en la abstención. Es el decreto aprobado a finales de año que rebaja el IVA de los alimentos básicos, prorroga la reducción de los impuestos de la electricidad, sigue limitando la subida de los alquileres, mantiene los descuentos para el transporte y establece un cheque de 200 euros para las familias más vulnerables. "Medidas para la gente", enfatizan en el PSOE que acusa a Feijóo de poner excusas para no comportarse como un partido de Estado.
El Partido Popular exige negociar si el Gobierno quiere un voto a favor. Pide rebajar también el IVA de la carne, pescado y conservas, deflactar el IRPF para las rentas inferiores a 40.000 euros y que el cheque de 200 euros se entregue directamente mediante el Impuesto de la Renta gravado en las nóminas. La número dos de los populares, Cuca Gamarra, reprochó al PSOE no querer llegar a ningún acuerdo: "Les importa poco la cesta de la compra de los españoles".
En cualquier caso, el decreto que está en vigor desde finales de diciembre no corre peligro porque tiene los apoyos suficientes para salir adelante. Uno de los puntos que incluyó fue la prórroga para 2023 de la subida del Salario Mínimo Interprofesional fijado en 2022 de 1.000 euros en 14 pagas a la espera de que el Gobierno fije una nueva cuantía para este año en el marco del diálogo social.
Una subida que podría materializarse en breve, comprometida por Sánchez en su discurso de investidura y que será otro de los anuncios estrella del Ejecutivo. Las negociaciones están en la fase final y solo queda poner una cifra.
La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz aboga porque el incremento esté en la parte alta de la horquilla que los expertos señalaron en su informe, alrededor de un 8%. Es la misma posición que defienden los sindicatos frente al poco más del 4% que proponen los empresarios. La subida que exige Díaz, que tendrá carácter retroactivo desde el 1 de enero, situaría el SMI entorno a los 1.080 o 1.100 euros al mes.
La última palabra la tendrá el presidente del Gobierno que lleva las conversaciones sobre este asunto de forma directa y personal con Yolanda Díaz.
Además de la votación del decreto, Sánchez comparecerá a las 16.00 de la tarde en el pleno para informar sobre los resultados de los últimos Consejos Europeos y de las medidas para responder a las consecuencias "económicas y sociales" de la guerra en Ucrania. Aunque algunos partidos de la oposición y sus aliados parlamentarios le preguntarán por la situación con Marruecos, el presidente aprovechará su turno para defender su gestión, sacar pecho de que "exporta soluciones" a Europa como el mecanismo ibérico que ha permitido que España sea el país de la eurozona con la inflación más baja y reivindicar los mejores datos de paro de los últimos 15 años.
No estará Feijóo que no tiene escaño en el Congreso. Su momento llegará el martes que viene en el Senado. Será un debate electoral. Faltarán menos de cuatro meses para la primera cita con las urnas.