Pedro Sánchez ha sacado pecho del "éxito" de la cumbre hispano-francesa en Barcelona a pesar de la manifestación independentista que ha protestado durante toda la mañana en las calles de la ciudad. El presidente del Gobierno ha asegurado que lo importante es que la Constitución "se cumple" en Cataluña al igual que en cualquier otro territorio del país.
Una Constitución, ha dicho Sánchez, que es democrática porque reconoce el derecho a una manifestación pacífica en su contra. En ese punto ha recordado que este sábado también hay convocada una marcha en Madrid en la que se va a "reivindicar todo lo contrario". Se refiere a la manifestación por la unidad de España y contra las políticas del Ejecutivo a la que acudirá Vox.
El presidente las ha equiparado. Según él, la mayoría social del país se sitúa en medio. "Entre lo que ha sucedido hoy jueves en Barcelona y lo que va a suceder el sábado en Madrid es donde se encuentra la amplia mayoría de este país, tanto en Cataluña como en España", ha enfatizado. Ha añadido que ese espacio central es el de la defensa de una España unida en su diversidad lo que, a su juicio, reconoce la Constitución de 1978.
Por lo demás ha exhibido el primer Tratado de Amistad y Cooperación firmado con Francia, que llevará el nombre de Barcelona, como un ejemplo de la mejora de la convivencia en Cataluña. Para el presidente "tiene mucho que ver con la apuesta por la convivencia y la concordia".
Ha subrayado las inversiones que se han realizado en Barcelona, ha alabado el europeísmo de la capital catalana y ha mostrado su respeto por una ciudad que durante años "y con razón" se ha quejado de que el Gobierno del Estado no se haya comprometido con ella.
Preguntado sobre el hecho de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tan solo haya saludado antes del inicio de la cumbre tanto a él como a Emmanuel Macron pero no se haya quedado a escuchar los himnos nacionales, Sánchez no ha querido hacer sangre y le ha agradecido que haya estado presente en esa recepción a diferencia de otros presidentes autonómicos que en cumbres similares en otros puntos de España ni tan siquiera aparecieron.
Sin citarle se refería al presidente gallego, Alfonso Rueda, que no asistió a la cumbre con Alemania celebrada en Galicia. "Me hubiera gustado que se quedara a toda la ceremonia pero agradezco la recepción", ha afirmado en referencia a Aragonès.
En esa recepción de las delegaciones, durante unos minutos el presidente catalán ha podido conversar a solas con el jefe del Ejecutivo al que ha trasladado que "el proceso independentista no se ha terminado". Fuentes de la Generalitat han informado de que han hablado de la situación política y Aragonès le ha recordado los temas prioritarios para Cataluña relacionados con la cumbre como la reapertura de pasos fronterizos, la oficialidad del catalán y asuntos sobre energía e infraestructuras.
En una comparecencia posterior ha insistido en la misma idea: "El conflicto político no ha acabado, pese a que se pueda decir por parte del Gobierno del Estado". Aragonès ha vuelto a reivindicar que la mejor solución es un referéndum reconocido por todas las partes. Ha apostado además por seguir avanzando desde el diálogo y la negociación.
La manifestación independentista ha reflejado la falta de unidad entre los principales partidos con una imagen clave, la de Oriol Junqueras abandonando la marcha abucheado por un grupo de asistentes al grito de "traidor".
La manifestación estaba convocada para reivindicar la independencia de Cataluña y recordarle al Gobierno español que el procés no ha acabado a pesar de que Moncloa insiste en esa idea. En esa protesta han participado los tres grandes partidos soberanistas, ERC, Junts y la CUP además de numerosas asociaciones. Según la Guardia Urbana de Barcelona han asistido 6.500 personas y según los organizadores han sido 30.000.