El máximo protagonista de la polémica es Juan García Gallardo, militante de Vox y vicepresidente de la Junta de Castilla y León que ha tensado las relaciones con el PP . La iniciativa de Vox, que pretende obligar a los médicos a proponer ecografías en 4D a las mujeres que quieran abortar, escuchar el latido del feto y dar más garantías de protección de datos a los objetores de conciencia ha sido desautorizada por el Partido Popular con el que gobierna en esa comunidad.
Un día después, desde el PP insiste en que ese protocolo existe y que existen iniciativas para fomentar la natalidad. El PP se ha desmarcado este viernes del plan antiaborto de Castilla y León y ha insistido en que "ni se va a llevar a cabo", aunque el dirigente autonómico de Vox ha insistido en que las medidas se aplicarán "inmediatamente".
Así lo dijo, rodeado de periodistas tras su anuncio de ayer de un paquete de medidas para disuadir a las mujeres que hayan decidido abortar. Unos servicios
Desde el PP, sin embargo, reiteraron que los protocolos van a "seguir igual", sin realizar la ecografía 4D de forma generalizada, sino que será a criterio del médico en caso de alguna anomalía en la gestación.
Gallardo, acostumbrado a las polémicas y con pocos deseos de responder ante los medios aseguró que la medida estaba consensuada con el PP de Castilla y León.
Sin embargo, desde de la Dirección nacional del PP han asegurado que no apoyan la propuesta del partido de Santiago Abascal. "Nuestra posición es clara y rotunda. Ni la compartimos ni se va a llevar a cabo", han reiterado.