Quien no apuesta, no gana. Eso debió pensar el exjugador del Barça Gerard Piqué cuando en diciembre de 2018 decidió comprar el 56% del Fútbol Club Andorra, que entonces militaba en la primera división regional catalana. Su objetivo como gestor, destacaba entonces el central, era poner al club entre los más importantes de la Liga española y conseguir a medio plazo una clasificación para la Champions League. Cuatro años después, el deportista y empresario se ha dejado ya cuatro millones de euros en esta aventura empresarial, con la que el club andorrano ha ascendido dos divisiones. La primera fue por méritos propios, y la segunda, tras comprar la plaza dejada por el Reus ante sus problemas financieros.
El rumbo del dinero invertido por Piqué ha quedado reflejado en un informe elaborado por la Agencia Tributaria sobre el destino de los 12 millones abonados hasta ahora por el Gobierno de Arabia Saudí -por medio de una empresa intermediaria llamada Sela Sports- a las empresas del jugador para que la Supercopa española sea organizada en el país árabe.
La investigación se enmarca dentro de las diligencias que un juzgado de instrucción de Madrid y la Fiscalía Anticorrupción desarrollan ante las denuncias de posibles irregularidades contables dentro de la Federación Española de Fútbol, y reflejan que Piqué, que no tiene calificación alguna como investigado en la causa, destinó gran parte de los fondos a abonar préstamos y ampliaciones de capital entre las empresas de su propio grupo, además de materializar cuatro millones de euros en inversiones y pagos al Andorra desde su llegada al club.
Los expertos financieros de Hacienda que trabajan como apoyo para Anticorrupción concluyen en su análisis una cuestión concreta: que las cuentas de la empresa de Piqué que recibe el dinero de Catar [Kosmos Football] se vacían con cierta celeridad de esas cantidades millonarias, transferidas luego a otras inversiones o sociedades del grupo. “La mayoría de los cargos en cuenta se producen pocos días después de haber recibido las transferencias internacionales”, reflejan los informes remitidos al juzgado.
Además, los expertos de Hacienda destacan que todavía quedan movimientos desconocidos, por lo que solicitan una ampliación de la información solicitada a los bancos. Como ejemplo, el 18 de febrero de 2020 la empresa de Piqué recibió 2,4 millones procedentes de Catar por su intermediación para la celebración de la Supercopa. Los fondos completos fueron transferidos once días después a otro depósito bancario de la que los investigadores no tienen más datos. “Sería conveniente solicitar el extracto de esta cuenta y analizar el destino de estos fondos”, apuntaban en su labor de apoyo judicial. Para los investigadores, tampoco casa con la información obrante en la Agencia Tributaria un pago de 669.000 euros que figura como un abono de impuestos en las cuentas de la firma, pero de lo que el fisco no tiene conocimiento, por lo que han solicitado una ampliación de los datos.
Sin embargo, lo que sí parece claro es el traspaso de dinero desde la empresa de Piqué al F.C. Andorra, sin un reproche penal alguno por parte Anticorrupción. En 2019 la empresa de Piqué abonó medio millón de euros para formalizar una ampliación de capital y pagar la prima por resultados, aunque el grueso de la inversión se realizó en 2021, cuando Kosmos Football transfirió al club dos millones de euros en seis transferencias distintas. De hecho y tras su marcha del Barcelona, el centrocampista ha declarado públicamente en varias ocasiones que reflotar en Andorra se convertirá en uno de sus proyectos primordiales a medio plazo. Algo que los números ya confirman.