A las puertas del invierno, las lluvias registradas en España durante los últimos días por la borrasca Efraín han hecho que los embalses de nuestro país se recuperen: las reservas han aumentado un 6% en tan solo una semana y alcanzan el 42% de su capacidad. Una notable mejoría incluso para las zonas más húmedas que también sufrían los efectos de una sequía prolongada.
Las cifras, por tanto, son positivas, aunque todavía estamos lejos de la media de la última década, que asciende a casi un 53%. Las intensas lluvias que dejaban hace unos días una vista área agranda del río Alagón, a su paso por Coria, han servido para que los pantanos alcancen los niveles de hace justo un año. Es solo un ejemplo. "Hacía muchísima falta el agua", cuenta una mujer.
La subida más llamativa se refleja en la cuenca del Tajo. Los embalses rozan el 58%, casi 14 puntos más que el año pasado. Y en la cuenca del Guadiana ya se vuelve el murmullo de la abundancia. Algo que agradecen en el embalse de Villar del Rey. "Estaba completamente seco", cuenta un hombre. El agua almacenada ha aumentado casi un 7% y toca desembalsar.
"Hay una cantidad de agua enorme", señala otro vecino. Se agradece el alivio también en la cuenca del Guadalquivir, porque el Dañador abastece a una docena de pueblos. "Teníamos ganas de que estuviera hasta arriba", cuenta una mujer.
En la cuenca de Duero, tras las ultimas lluvias luce mejor el embalse de Santa Teresa. "Ha subido mucho", cuentan otros residentes. Pantanos como el de Yesa suben casi un 7%, pero en la cuenca del Ebro todavía están lejos de alcanzar las reservas de años atrás.