Ayuso y la delegada del Gobierno de Madrid se enzarzan por la unidad de España en la conmemoración de la Constitución

La sede de la Comunidad de Madrid ha vuelto a acoger un acto en conmemoración del 44 aniversario de la Constitución y una vez más se ha producido un choque de trenes entre la delegada del Gobierno, Mercedes González, y la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Esta vez por la unidad nacional evidenciando así la ruptura total entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y el Madrid de Ayuso.

González aprovechaba que hablaba en primer lugar para en su discurso institucional ir con todo contra la lideresa madrileña mientras hacía una defensa cerrada de las últimas decisiones de Sánchez . Ha recordado a Ayuso recordado que su obligación es garantizar la sanidad y dotarla de medios. Eso en en plena huelga de médicos de atención primaria. No se ha quedado ahí. La lista de reproches ha sido un año más larga. Desde la exigencia al PP a que desbloquee el Poder Judicial a advertir contra los discursos "vacíos" de la ruptura de España a los que está abonada la lideresa madrileña, pasando por la reivindicación de la ley de Memoria Democrática del Gobierno de Pedro Sánchez.

"El discurso de la fractura de España es un discurso vacío políticamente e insostenible intelectualmente", disparaba González después de escuchar a Ayuso decir estos días que España va "camino de una dictadura" o a una "república laica de facto" y llamar "tirano" a Pedro Sánchez.

Los dardos de la delegada del Gobierno no han hecho mella alguno en Isabel Díaz Ayuso que no se ha apartado del guion de siempre. Si González criticaba el "discurso vacío de la ruptura de España" a Ayuso le ha entrado por un oído y le ha salido por otro. Ariete contra Pedro Sánchez, ha vuelto a proclamar que "premiar la deslealtad destruye la soberanía nacional".

"La deslealtad al sistema lleva a un federalismo que destruye la soberanía nacional y que quienes lo proponen de mala fe saben que en lo federal está el germen de la negación y la destrucción de la soberanía nacional", replicaba entre aplausos de los suyos.

La frialdad entre Ayuso y González se ha hecho palpable una vez más, Apenas si se han saludado desde la distancia. De lo de darse la mano o los dos besos de cortesía ya ni hablamos. Ambas han permanecido como esfinges una al lado de la otra sin cruzarse la mirada ni cuando ha terminado de sonar el himno de España.

Gonzáleza ha recriminado al Gobierno de Ayuso su política de rebajas de impuestos que se traduce en una merma de recursos para la sanidad madrileña. "Es necesario una política fiscal que genere un sistema público con una financiación adecuada. Esta sólo es posible mediante una política fiscal que asegura servicios públicos e calidad y evite las desigualdades que dañan la cohesión social y territorial", decía González reavivando la batalla fiscal que enfrenta a a machete a la Comunidad de Madrid con Moncloa y con los barones socialistas. Una intervención que no han aplaudido los dirigentes populares.

Isabel Díaz Ayuso ha seguido a lo suyo. A autoerigirse en la mayor defensora de la Corona y a atacar a Pedro Sánchez por la modificación del Código Penal , por la derogación de la sedición, por la ley del 'solo sí es sí' o por los ataques a los jueces.

"Tenemos que poner todo nuestro empeño en reforzar el prestigio de la Justicia: no se pueden cuestionar las sentencias cuando no nos son favorables, ni descalificar a los jueces que las dictan", aseveraba metiendo el dedo en la llaga.

De fondo un gran abeto engalanado recordaba que ya es Navidad.