El Centro de Satélites de la Unión Europea (Satcen), situado en la base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid), es el "ojo" de Europa en la guerra de Ucrania. Desde ese centro, que este mismo jueves ha sufrido un ataque fallido con un paquete bomba, se monitorizan imágenes aéreas y por satélite de todo lo que ocurre en la guerra de Putin.
Apenas cuatro días después de que Rusia comenzase su invasión de Ucrania, la Unión Europea activó el Centro de Satélites para dar información de inteligencia al gobierno de Kiev. De hecho, fue una de las primeras peticiones de Volodimir Zelenski a Bruselas.
Las imágenes satelitales y aéreas permiten tomar mejores decisiones en cuanto a operaciones militares se refiere. La inteligencia geoespacial es fundamental en los conflictos bélicos y más en el de Ucrania. Se pueden localizar misiles, aviones, y observar por tierra, mar y aire los movimientos del ejército enemigo en tiempo real, lo que permite anticipar ataques y preparar respuestas.
En el Centro de Satélites atacado trabajan 145 personas. Hasta la guerra de Ucrania su papel había sido para apoyar misiones de paz, como las que hay desplegadas en Somalia, República Centroafricana, Libia, Mali y Bosnia-Herzegovina. Sin embargo la invasión rusa de Ucrania le ha conferido un papel clave.
El Centro de Satélites de la Unión Europea (EU Satcen) c proporciona un análisis preciso sobre los componentes terrestres, aéreos y navales de las fuerzas militares. Las imágenes de radar a veces se utilizan para monitorear la actividad nocturna.
Desde el centro también se evalúan los daños de batalla (BDA). Como parte de la evaluación de combate, SatCen utiliza inteligencia geoespacial para analizar el daño físico y el daño provocado en el material militar e infraestructuras. El análisis BDA tiene un papel cada vez mayor en la evaluación de las consecuencias de la guerra moderna, donde las bajas civiles son más altas a medida que las guerrillas urbanas se convierten en la estrategia de combate más común.
En tiempos de paz, la labor del centro es preventiva. Facilita a los responsables políticos un servicio de alerta temprana de posibles crisis así como conciencia de la situacional general. Esto permite a la UE tomar a tiempo medidas diplomáticas, económicas y humanitarias y planificar la intervención.