Sánchez mantendrá a las candidatas Maroto y Darias en el Gobierno para darles más visibilidad
Maroto seguirá en el Ministerio de Industria hasta abril, un mes antes de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo
Se busca mantener la proyección pública de una ministra a la que solo conoce el 48,6% de la población, según el CIS
El presidente retrasa la remodelación de su gabinete hasta el próximo año de cara a la recta final de la legislatura
Reyes Maroto será la candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid pero seguirá en el Gobierno probablemente hasta el mes de abril. La intención de Moncloa es que explote al máximo la proyección pública y el foco mediático que implica estar en el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Una decisión que intenta contrarrestar el importante grado de desconocimiento de la nueva candidata, la gran debilidad de Maroto y la principal preocupación en Ferraz.
Pasará lo mismo con la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Está previsto que la canaria también de el paso para ser la candidata al Ayuntamiento de Las Palmas. El calendario de primarias establece que el plazo para que se presenten las candidaturas acaba el 21 de noviembre. Si hay candidatos alternativos, cosa que no parece probable, se jugarán el puesto en una votación ante la militancia en diciembre.
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Pedro Sánchez envía a dos de sus ministras a la batalla municipal y tendrá que sustituirlas pero tiene margen por delante. Podría retrasar la remodelación del gabinete hasta la primavera, poco antes de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. La campaña electoral comienza a las 0 horas del día 12 de mayo.
El presidente puede aprovechar una crisis de Gobierno para coger impulso en la recta final de la legislatura aunque solo él sabe cuando será y elegirá el mejor momento según sus intereses. Habrá que ver además si se trata simplemente de reemplazar a las dos ministras o hará una reorganización de más calado.
El ejemplo de Salvador Illa
El precedente es el caso de Salvador Illa, actual líder del PSC y exministro de Sanidad. Illa, que había descartado en varias ocasiones que dejase Madrid para ser candidato a la presidencia de la Generalitat, aceptó la propuesta de Miquel Iceta como cabeza de cartel el 30 de diciembre de 2020.
Siguió en su cargo de ministro, gestionando hasta el final la pandemia del COVID, hasta el 26 de enero. Ese día asistió a su último Consejo de Ministros. Tres días después comenzó la campaña electoral catalana para las elecciones del 14 de febrero, que por cierto, ganó Illa aunque sin los votos suficientes para poder gobernar.
En aquella ocasión solo pasó un mes desde que se hiciese pública la candidatura hasta que Illa dejó el Gobierno. Ahora serían más de cinco meses. El ministro recibió un aluvión de críticas por compaginar las dos cosas. La oposición pidió su dimisión y denunció que en plena tercera ola del coronavirus se necesitaba un ministro de Sanidad a tiempo completo.
El alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez-Almeida, ya ha cargado contra la decisión de Maroto y sostiene que es "incompatible" porque, a su juicio, hay una "necesaria confusión institucional y un aprovechamiento de palancas de Gobierno para hacer campaña electoral".
Solo un 49,6% conoce a Maroto, según el CIS
Reyes Maroto intentará apurar los tiempos y aprovechar el protagonismo que concede dirigir un Ministerio aunque hasta ahora no le ha dado resultados. No tiene un perfil político marcado dentro del PSOE ni forma parte del núcleo duro de confianza del presidente pero Sánchez la mantiene en el Ejecutivo desde que llegó a Moncloa. La hizo ministra de Industria en su primer gabinete, el que formó en 2018 tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, y ahí sigue.
El último sondeo del CIS señala que solo un 49,6 por ciento de los encuestados conoce a Reyes Maroto que en valoración de líderes siempre ha estado en la parte baja de la tabla. Una nota de un 3,96 tuvo en la encuesta de octubre.
La falta de entusiasmo que ha generado el anuncio de su candidatura entre los propios militantes socialistas genera inquietud en muchos sectores del partido aunque la dirección confía en que cuando la maquinaria electoral se ponga en marcha esa tendencia se revertirá. Entre otras cosas Reyes Maroto se lanzará a pisar la calle.
Pisar calle para neutralizar el desconocimiento
"Afronto las candidatura con mucha ilusión, voy a trabajar duro para compatibilizar mi cargo de ministra, que me exige mucho tiempo, pero también convencida de que con la capacidad de trabajo voy a poder hacer muy buena campaña", dijo Maroto nada más anunciar que daba el paso. Fue ella misma la que confirmó que seguiría en Industria "hasta las elecciones".
En ese acto, donde estuvo arropada por varios miembros del Gobierno, Maroto apeló a su perseverancia para proclamar que cuando se lo propone intenta llegar al objetivo. Ha lanzado además sus primeros mensajes de campaña contra Almeida al que ha calificado como "el alcalde de Génova, no de Madrid".
El líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, ha querido restar importancia a que solo sea conocida por la mitad de la población y sostiene que tanto Almeida como la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, eran menos conocidos que Maroto cuando se presentaron por primera vez a las elecciones elegidos por Pablo Casado.
Desde el PSOE, su portavoz Pilar Alegría asegura que la candidata va a tener que "estirar" mucho más su tiempo para compaginar las dos cosas y recuerda que hay muchos presidentes autonómicos que tienen sus responsabilidades institucionales y políticas a la vez.
Levantar el peor resultado electoral del PSOE en Madrid
Lo que está claro es que Reyes Maroto tiene por delante una tarea compleja. Levantar el nefasto resultado electoral de las anteriores municipales con el exseleccionador de baloncesto Pepu Hernández como candidato. Aquello fue una apuesta de Sánchez que dejó al PSOE como cuarta fuerza política por detrás de Más Madrid, Ciudadanos y el PP y con el peor resultado de su historia, 8 concejales y poco más de 220.000 votos.
La capital es una asignatura pendiente para el PSOE que no gobierna desde 1989 con Juan Barranco. A lo largo de más de 30 años los socialistas han probado 6 candidatos distintos y todos han fracasado. Las elecciones municipales son claves, servirán para medir las fuerzas de los dos grandes partidos y serán interpretadas como una primera vuelta de las generales de diciembre. En el caso de Madrid, arrebatar la principal alcaldía de España al PP sería un revulsivo para Sánchez. Ferraz cree que el alcalde Almeida está mostrando síntomas de desgaste y hay posibilidades de que puedan sumar las fuerzas progresistas.