Olona culpa a la "testosterona" de Vox de su salida: "He vivido la política como un mundo de hombres"

Macarena Olona (Alicante, 43 años) está de gira presentando su nueva aventura política tras su salida traumática de Vox. Su intensa agenda le está pasando factura y confiesa a NIUS estar algo cansada. Eso no le impide denunciar que la falta de democracia interna en Vox podría costarle su "ilegalización", achaca a la "testosterona" de Vox su final en el partido y defiende que se debería haber preguntado a las bases su vuelta a las filas de Abascal. Admiradora confesa de Isabel Díaz Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo, habla bien de la vicepresidenta Yolanda Díaz en un guiño a las mujeres y potenciales, veremos, votantes. Eso mientras bromea con el momentazo de enfrentarse a su archienemigo Javier Ortega Smith si hubiera decidido presentar su candidatura al Ayuntamiento de Madrid. Spoiler: no lo va hacer.

P.- ¿Qué ofrece que sea diferente a lo que propone su expartido político Vox?

R.- Camino con total libertad y sin corsé político, dirigiéndome a derecha e izquierda con una batalla que es ideológica y con un partido que no es político. Así que las diferencias son abismales. Pretendo llegar a españoles de derecha a izquierda con esta iniciativa que intenta proteger a los españoles frente a la ideología de género. Porque también hay un núcleo muy importante de feministas tradicionales, por ejemplo, votantes socialistas que están en contra de esta teoría ‘queer’, de esta legislación sectaria. Diferencias con Vox muchísimas, siquiera sea porque lo mío no es un partido político

P.- ¿Su nuevo proyecto personal está más a la derecha de Vox?

R.- Entiendo perfectamente el ejercicio que se hace de intentar encasillar este proyecto en derecha, izquierda o centro pero es incorrecto meterlo en una de esas casillas. Repito, esto no es un partido político. 

P.- Usted se marchó de Vox por un problema de salud y luego volvió a llamar a la puerta de Santiago Abascal hasta que su excompañero (y no sé si amigo todavía) Iván Espinosa le señaló el fin del camino. ¿Qué sintió en ese momento?

R.- A Iván le quiero muchísimo y eso no ha cambiado. Y tengo muy claro que lo que hizo él es ejercer de portavoz de una decisión que se había tomado de manera colegiada por la cúpula del partido. Me hubiese gustado que las cosas fueran de otra manera, por respeto a nuestros años de lucha conjunta, por reconocimiento a esos tres años en los que yo creo que es innegable que me he dejado la piel por el proyecto y por los españoles, alzando la voz y haciendo que, especialmente las mujeres se sintiesen representadas en mí. Aunque sólo sea por respeto a esos años de lucha. Yo hubiese preferido que esa reunión con Santi (Santiago Abascal) se hubiese producido. Es algo que habíamos hablado a finales de julio que se produciría. Y también hubiese preferido que se consultase a las bases si tenía que ser el final del camino o podíamos seguir caminando juntos.

P.- Dice que hay un “ego desmedido en Vox” ¿A qué se refiere? ¿Puede que sea porque la dirección de su expartido está copada por hombres?

R.- Hoy ya me he visto obligada a explicar cuál es la razón por la que mantenido leal silencio, no sólo por principios, sino porque como abogado del Estado veo un claro riesgo de a dónde pueden llevar todas esas voces que están surgiendo y que denuncian falta de democracia interna y faltas de respeto en Vox. Eso lleva a que se pueda plantear un proceso de ilegalización por ser contrario ese funcionamiento a los mandatos que establece el artículo 6 de la Constitución Española en cuanto a que un partido político tiene que tener una estructura y un funcionamiento democráticos . Desde que anuncié que iba a solicitar esa reunión a Santiago Abascal, se puso en marcha una maquinaria de triturar carne, difundiendo bulos y lanzando mentiras sobre mí y sobre mi actuación en Andalucía para evitar que esa reunión se produjera y forzar a Santiago Abascal a que no me recibiera. Por desgracia, ha pasado. No me cabe la menor duda que en ese momento se han tomado decisiones en caliente. Estoy convencida de ello y creo que si se hubiese aplicado menos testosterona y se hubiesen tomado las cosas con un poquito más de frialdad, mirando más hacia lo que nos une y menos a lo que nos podía separar, pues quizás el resultado hubiera sido diferente.

P.-¿Se ha sentido discriminada en Vox por ser mujer? Se lo digo porque hay muy pocas mujeres en la dirección de Vox.

R.- Antes de que la vida me golpease con ese problema de salud y se desencadenara mi salida, sí que hablé abiertamente dentro y fuera del partido porque creía que Vox tenía que hacer una reflexión. No sé si dije un déficit de gestión o una deficiente gestión del liderazgo femenino. A mí esa fotografía en Castilla y León de los consejeros nombrados por Vox no me gustó porque son sólo hombres. Y así lo dije internamente en el partido. No me gustó porque no me creo que no hubiese una sola mujer válida para formar parte de ese Gobierno en la parte que correspondía a Vox en Castilla y León. Y te habla una mujer que es profundamente anti cuotas. Qué duda cabe que tenemos techos de cristal que todavía tenemos que romper. Para mí, y no estoy hablando de machismo, la política la he vivido como un mundo de hombres. En España hay dos mujeres en política con poder. Una es la presidenta Díaz Ayuso y la otra es Yolanda Díaz. Y las dos, para mí, tienen como denominador común que tienen un futuro muy complicado.

P.- Usted se ha quejado de que en las elecciones andaluzas no le dejaron formar parte del comité de campaña, ni decidir nada, ni tras las elecciones poder armar su propio equipo o estar en la dirección de Vox… pero después la culparon por no cumplir la expectativas.

R.- Lo que no puedo admitir es que se me usase para supuestamente incrementar unos resultados en Andalucía, que hubiese un fracaso objetivo de expectativas y ante ese fracaso objetivo de expectativas se me responsabilizase de los resultados de manera desleal, filtrando los medios de comunicación desde el partido que la responsabilidad había sido mía. Y que cuando todo acaba porque algunos ven mi enfermedad como una oportunidad extraordinaria para sacarme de primera línea, tenga que obedecer y marcharme con la cabeza gacha e irme a mi casa. ¡Hombre, no! . Como cuando sufrí ahora la campaña de acoso que incluyó la difusión de un audio sexual falso sobre mí, amenazas en un canal de Telegram con casi 6000 suscriptores en el que se decía literalmente ‘vamos a por ti, puta’. Si alguien se pensó que yo soy de las personas que por defender la igualdad no voy a defenderme a mí misma se ha equivocado y mucho conmigo, porque voy con todo.

P.- Afirma que no se presentará a las elecciones autonómicas y municipales de mayo pero no ha cerrado la puerta a las generales. ¿Recoger medio millón de firmas para llevar al Congreso una iniciativa en contra de la ideología de género es una forma de medir sus fuerzas de cara a esas generales?

R.- Ni muchísimo menos. Este proyecto no es un proyecto  personalista. La menos importante soy yo. Recoger 500.000 firmas en modo alguno supone un respaldo a mí, ni mucho menos a un futuro proyecto político. Quiero que quede muy claro porque eso sería tanto como decir si estás con Macarena Olona, firma. Si no lo estás, no firmes. Nada de lo que estoy haciendo en este momento va a evolucionar a un partido político. Nada, absolutamente. Mi pretensión, y es lo que estoy haciendo, es recorrer España con los dos pies, el derecho y el izquierdo.

P.- Ha asegurado que se reserva su derecho a apoyar candidatos distintos a los que presente Vox en mayo. En Madrid ¿apoyará a Ayuso frente a Rocío Monasterio?

R.- Lo que sí que te puedo decir y lo digo sin ningún tipo de complejo y abiertamente, es que a la presidenta Díaz Ayuso la valoro extraordinariamente. Me parece una persona, una mujer muy valiente, que ha tenido que enfrentarse por momentos a dos enemigos al mismo tiempo. Uno al Gobierno de España y otro a su propio partido. Yo como cristiana creo que tiene mucho que ver la ayuda de Dios en que siga en pie, porque es casi milagroso.

P.- ¿Y a Ortega Smith le apoyaría en su candidatura al ayuntamiento de Madrid?

R.- (Risas) Cuando han estado difundiendo el bulo de que yo realmente estaba actuando por despecho, con ego, intentando hacer daño a Vox, hay un famoso politólogo de izquierdas, Juanjo Domínguez, que ha publicado en sus redes sociales que la empresa que le ha contratado ha pedido que se incluyese mi nombre y el de Yolanda Díaz como posibles candidatos a las elecciones al Ayuntamiento de Madrid. Es una pura fantasía. Si yo quisiese verdaderamente hacer daño y actuase por ego ¿te crees tú que no iba yo a disfrutar lanzándome al ruedo a las elecciones en el Ayuntamiento de Madrid y entrando ahora sí a un cuerpo a cuerpo, sin ningún tipo de golpe, a traición? Pero no es lo que me mueve. A lo que me limito es a mirar hacia adelante, caminando de frente y por derecho, pero a mirar hacia adelante sin intentar hacer daño a nadie. Eso sí, quien se ponga por delante en ese camino e intento obstaculizarlo, me voy a defender.

P.- ¿Con quién le gustaría contar para su proyecto político?

R.- Con 47 millones de españoles. No sé el nombre de todos, pero con 47 millones de españoles. Sé que es una quimera pero soy ambiciosa en esta empresa y no aspiro a limitarme a esas 500.000 firmas que ya es un mundo. Ojalá reunamos muchas más.

P.- Le pongo un nombre encima de la mesa: Cayetana Álvarez de Toledo

R.- Por supuesto. Es una mujer muy valiente. Eso no significa esto que sean ciertas las informaciones que se han estado publicando sobre ningún proyecto político conjunto. Nunca he tenido una conversación con Cayetana ni antes ni después de estar en el Congreso de los Diputados en este sentido. De hecho, son evidentes las diferencias que la separan con Vox.  También es cierto que ahora sería mucho más sencillo poder darnos la mano si tenemos en cuenta lo que nos une y no lo que nos separa. Pero mi camino ahora mismo no es el político y desde luego su proyecto es el Partido Popular.

P.- Señora Olona ¿Cómo va a financiar su nuevo proyecto personal?

R.- La financiación es otro de los bulos. Entre la documentación que traía para mostrar estaba el acta notarial de la escritura pública en la que renuncio a la herencia que me pudiera corresponder de mi padre fallecido el pasado mes de marzo. Es que uno de esos bulos que se han difundido, muy dañino y un golpe muy bajo, es que si yo estaba viajando tanto Iberoamérica y concretamente a Panamá, era por cuestiones relacionadas con la herencia de mi padre, cuando en Vox se sabe perfectamente que renuncié a esa herencia. Este proyecto hasta la fecha lo he financiado yo en exclusiva a costa de mis ahorros, que no significa que pueda aguantar así ‘sine die’. Lo que sí que puedo asegurar a los españoles es que no hay ni habrá dinero de Venezuela. No hay ni habrá dinero de Irán. No hay ni habrá dinero sucio, ni de Panamá, ni de ningún otro país. Si algo se me ha caracterizado y por lo que vino a buscarme tanto Santi como Iván Espinosa, es la lucha contra la corrupción. A pesar de los intentos de algunos por desacreditarme, yo sigo siendo la misma.

P.- También se ha hablado de Mario Conde.

R.- A mí me ha sorprendido tremendamente cómo se ha podido montar todo un bulo sobre ello. Yo a Mario Conde lo conozco de haber estado juntos en tres ocasiones, dos de ellas en conferencias públicas en Sevilla. No nos conocíamos personalmente, pero él escribió un artículo muy cariñoso sobre mí y quise agradecérselo personalmente. En ninguna de esas tres conversaciones se ha hablado de proyecto ni político, ni no político, ni de financiación, ni de no financiación. Nada que ver. Es totalmente falso.

P.- ¿Es usted la Yolanda Díaz de la derecha?

R.- También he escuchado esa comparación y supongo que tiene una parte de lógica porque se basa en pretender que yo estoy saliendo de Vox como una suerte de escisión, pero en el espectro de la derecha para encabezar mi propio proyecto político. La comparación no es válida porque reitero, el partido que yo estoy jugando en este momento no es político. No, nada que ver.