La negociación para renovar el CGPJ entre el Gobierno y el PP avanza y podría estar en su recta final pero Podemos aprieta las tuercas a su socio de coalición. Los morados no se mueven ni un milímetro e insisten en poner el nombre de la magistrada Victoria Rosell encima de la mesa como futura vocal del Consejo. Exigen al PSOE que no acepte el "veto ad hoc" que han puesto los populares a la actual delegada del Gobierno contra la violencia de género y exdiputada de Unidas Podemos.
"Es la continuación de la cacería del PP con un juez delincuente a una magistrada honesta", ha proclamado Pablo Echenique en referencia al juez Salvador Alba que ha entrado en prisión por conspirar y prevaricar contra Rosell para acabar con su carrera política y profesional.
Para Podemos se trata de una magistrada "honesta y brillante" y "nadie progresista" puede apoyar ese veto. Los populares no lo ven así y rechazan que Rosell pueda sentarse en el nuevo Consejo General del Poder Judicial porque creen que no cumple el requisito pactado para despolitizar el órgano de gobierno de los jueces de no incluir perfiles políticos.
La exigencia de Podemos, además de generar tensión con el PSOE en plena negociación, provoca un choque con la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz que apuesta por la hoja de ruta marcada por el Gobierno de favorecer el pacto con el PP, por la discreción y por no lanzar nombres de forma pública.
Díaz y el diputado de Izquierda Unida Enrique Santiago llevan las negociaciones con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y están planteando otros posibles vocales que también tienen un perfil progresista y que podrían encajar en los requisitos acordados en la negociación. La vicepresidenta considera que hay que anteponer el desbloqueo del CGPJ, con el mandato caducado desde hace cuatro años, a nombres concretos. Precisamente este lunes por la tarde Díaz se reunió con el resto de dirigentes del espacio para informarles de las negociaciones e intentar llegar a un consenso.
A Echenique se le ha preguntado si hay unanimidad en Unidas Podemos para que Rosell ocupe un sillón en el CGPJ y se ha limitado a señalar que la unanimidad está en que el veto es "una infamia política". No ha querido responder claramente si su formación rechazaría el acuerdo y se descolgaría del pacto si no se incluye a Rosell. El portavoz afirma que no se pone en ese escenario porque supondría un retroceso democrático.
Si finalmente la magistrada no está entre los vocales elegidos y Podemos mantiene su órdago existe la posibilidad de que el grupo parlamentario se rompa de cara a la votación en el Congreso. Los votos del partido que dirige Ione Belarra no son imprescindibles para que salga adelante pero evidenciaría una vez más a un Gobierno dividido y una grieta profunda dentro del espacio que cuestionaría el liderazgo de Yolanda Díaz de cara a armar su futuro proyecto político que está en fase de escucha a través de 'Sumar'.
El dirigente morado ha sido muy duro en su ataque contra el PP y ha planteado que si esto va de regenerar la Justicia no se puede permitir que "un partido corrupto" que ha parasitado los órganos judiciales ponga ahora exclusiones con nombres y apellidos.
Echenique defiende la "independencia judicial" de Rosell y destaca que durante su trayectoria profesional ha demostrado que todas sus sentencias y acciones han sido conforme a Derecho. En ese sentido cree que es un "insulto a la inteligencia" y un "chiste malo" que el PP hable de despolitización. Es más, augura que cuando se conozcan los nombres propuestos por Génova tendrán un fuerte perfil político. Para Podemos si Rosell entra en el Consejo es una garantía de que la institución apuesta por la "regeneración".