Pedro Sánchez ha acudido al Congreso a un pleno monográfico sobre las medidas anticrisis para paliar los efectos de la guerra en Ucrania y los resultados del último Consejo Europeo con un nuevo paquete de iniciativas debajo del brazo para amortiguar el precio de la electricidad, reivindicando su política y al ataque contra el PP. Por cierto, el presidente del Gobierno ha tenido que interrumpir su discurso cuando ya había empezado a hablar porque los diputados de Vox han llegado tres minutos tarde al hemiciclo como protesta por el retraso de Sánchez al desfile militar del 12 de octubre que provocó que los Reyes tuviesen que esperarle unos instantes en el coche.

Sánchez ha anunciado que el próximo Consejo de Ministros va a movilizar tres mil millones de euros adicionales de los Presupuestos Generales del Estado con el objetivo de proteger al 40% de los hogares con bajos ingresos.

Medidas que incluyen reforzar el bono social eléctrico, incrementar los porcentajes de descuento de la energía a los más vulnerables y extender la protección que ya otorgan las tarifas reguladas a los hogares que formen parte de comunidades de vecinos con calefacciones centralizadas de gas natural. Se creará una nueva tarifa regulada para que se limite hasta finales de 2023 el incremento trimestral de precios. Según Sánchez, 1,7 millones de hogares se beneficiará de la reducción de más de la mitad del recibo con esta medida.

En su intervención Sánchez ha hecho una encendida defensa de las subidas de impuestos emprendidas por el Gobierno a las energéticas, los bancos y las grandes fortunas y ha levantado a la bancada de la izquierda que le ha dedicado una fuerte ovación cuando ha reivindicado el Estado del Bienestar y a los servidores públicos. Un sistema fiscal "de primera división", ha dicho, no de "tercera regional".

En ese sentido, ha afirmado que hasta el FMI avala esos impuestos al igual que otros organismos internacionales. "Habrá que preguntarse quien va en dirección contraria o dando bandazos", ha reprochado a los populares.

Ha contrastado su política fiscal a la del PP y ha intentado desmontar una de las ideas fuerzas de los populares, la de que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos poniendo el foco en la sanidad pública. Sánchez reprocha al Partido Popular haber aplicado en su día una agenda neoliberal "del sálvese quien pueda" que provocó que la pandemia tuviera que afrontarse con poco más de 4.000 camas de UCI mientras Alemania tenía 28.000.

Ha acusado directamente a Alberto Núñez Feijóo de tener las mismas recetas que aplicó en su día Mariano Rajoy en la crisis financiera. "Las recetas de Feijóo son las mismas que Rajoy, una vuelta al pasado, al peor de nuestros pasados que es la precariedad y la desigualdad en nuestro país", ha subrayado. Sánchez ha ido más allá y ha cargado contra los populares por querer "llenar los bolsillos" del 2 por mil de la población, los más ricos. A su juicio quieren pedir una auditoría de las cuentas para en caso de llegar a La Moncloa aprobar subidas fiscales, amnistías y recortar el Estado del Bienestar.

Sánchez critica que el PP equipare la subida de impuestos a un "infierno" y diga que el Gobierno se está "forrando". Para él, el infierno es tener que pagar 1.5 millones de dólares por un trasplante de corazón y no 90.000 como cuesta en la sanidad pública española. "El infierno sería tener que hipotecarse y arruinarse como ocurre en otros países para curar una enfermedad grave", ha argumentado. Ha denunciado la hipocresía de los que durante la pandemia "pedían más Estado y ahora que superamos la pandemia exijan menos Estado".

El presidente del Gobierno ha reivindicado también la superioridad de la respuesta social que está dando España y Europa a la crisis energética frente a la neoliberal. En ese punto ha presumido del papel de España en esa solución, en especial de la "solución ibérica", topar el precio del gas, que ha ahorrado a los consumidores 2.800 millones de euros. El jefe del Ejecutivo ha sacado pecho de que ahora, ese mecanismo es el que se está estudiando en la UE para ser también la "solución europea".

"Nos hemos hecho valer y nos han escuchado", ha enfatizado el presidente. "España es hoy el país europeo más creíble en propuestas para amortiguar los efectos de la crisis energética de Putin", ha afirmado.

Ha recordado que la bancada conservadora calificó la excepción ibérica como "timo ibérico" y ha arremetido contra la "ceguera y negacionismo" de una oposición que se ha dedicado en todo este tiempo a "acosar e intentar derribar al Gobierno".