El presidente del CACM, Antonio Aguado, ha realizado unas polémicas declaraciones en el marco de una rueda de prensa en Cádiz sobre la situación que están viviendo los médicos que ejercen la medicina privada en nuestra comunidad.
Unas declaraciones que, hasta la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha calificado de "inadmisibles" y “machistas”.
En palabras del presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Antonio Aguado, la “elevada feminización de la medicina” lo considera un problema.
En la actualidad, 13.153 médicos colegiados en activo en Andalucía ejercen en el ámbito de la medicina privada, ya sea de forma exclusiva o mixta (ejerciendo en la sanidad pública y privada), lo que supone un 36% de los médicos en activo en la comunidad.
Si se analiza el perfil de los médicos de sanidad privada en Andalucía "extraemos que solo un 15% de médicos menores de 35 años ejercen medicina privada, y un 64% tienen más de 65 años y se jubilarán próximamente". Además, aunque la feminización de la profesión médica es una realidad, solo el 28% de la mujeres colegiadas trabaja en medicina privada (4.941 frente a las 12.825 de la pública). El 53% de la colegiación activa en Andalucía son mujeres.
En declaraciones recogidas por la Cadena Ser, Aguado ha explicado que quedó "asombrado" cuando, durante una cena de bienvenida a los médicos internos residentes de Huelva, en las mesas "cada ocho o diez mujeres había un varón". Algo que "agrava la medicina privada porque la mujer tiene mayor tradición de conciliación familiar, tiene que atender a sus hijos, los embarazos, cuidar de la casa en muchas ocasiones… aunque hoy en día la comparta con el varón, más en la mujer".
Juan Antonio Repetto asegura que "las condiciones económicas que vienen padeciendo los médicos de la privada son intolerables. Las retribuciones son las mismas que hace treinta años. Aun siendo esto muy grave, no se trata solo de un problema económico sino que afecta a otros muchos aspectos de las relaciones con las compañías aseguradoras: no suscriben un contrato en firme por escrito con los médicos; todo el material, los gastos, el mantenimiento, la compra de nuevos equipos que permitan una renovación de las consultas para ofrecer la mejor atención a los pacientes corren íntegramente a cargo del médico, que sufre una absoluta desprotección laboral, que no está cubierto en caso de baja y la compañía puede prescindir de sus servicios de forma unilateral y sin explicación ninguna que lo justifique".