España y Alemania han celebrado este miércoles en A Coruña (Galicia) una cumbre para abordar dos asuntos principales: la crisis energética y la posible participación de nuestro país en el escudo antimisiles.
Sobre energía, España y Alemania han coincidido en que es fundamental incrementar las interconexiones energéticas. El eje Madrid-Berlín se ha mostrado unido por la apuesta del gaseoducto Midcat. Es de suma importancia, dicen, que su construcción esté lista para 2025 para alcanzar un mercado energético europeo robusto. Menos sintonía hay para relajar las reglas fiscales como quiere Pedro Sánchez.
La cumbre se ha celebrado para estrechar lazos, mejorar relaciones y llegar a acuerdos. España y Alemania ven el tema energético como principal desafío: "Que la construcción de un gaseoducto sea un elemento clave", apuntaba el canciller Olaf Scholz. Ambos ejecutivos no se rinden a Francia y refuerzan su apuesta por el gasoducto Midcat.
"Vemos todo el potencial que tiene España, diría la Península Ibérica, de electricidad, de gas y, en el futuro no muy lejano, de hidrógeno verde", ha apuntado Sánchez. Ambos mantienen el pulso a Emmanuel Macron y a su negativa de colaborar con esa interconexión gasística a través de la Península Ibérica.
En el tema económico, no obstante, se refleja que no hay total sintonía entre ambos gobiernos. España quiere que se mantengan la relajación de las reglas fiscales sin lograr un apoyo explícito del Ejecutivo germano.
También se ha hablado de defensa: Alemania deslizaba esta semana su intención de España forme parte del escudo antimisiles que promueve su gobierno. Dice Pedro Sánchez que lo estudiarán cuando lo propongan y Berlín dice que abre la puerta a que cooperen sus socios eurepos.