La compra colectiva de alimentos podría ser una vía para aliviar el bolsillo de los consumidores, en estos tiempos de inflación disparada, según ha explicado la OCU. El sistema, que ya siguen usuarios del norte de Europa se basa en la compra directa al productor o fabricante de grandes cantidades de un alimentos, frutas, verduras y otros lo que favorece al comerciante y al usuarios.
La compra colectiva de alimentos es un método comercial que beneficia a ambas partes: al comerciante porque se asegura un mínimo de ventas y también al consumidor, que obtiene sus productos a un precio más reducido al asociarse con otras personas para realizar la compra.
A esto se le suma que usuarios y comerciantes se libran de los intermediarios, que habitualmente encarecen los productos desde el origen a lo que llega a los estantes de los supermercados.
Las cestas que ofrecen las plataformas que permiten realizar la compra colectiva, pueden ser abiertas (estas dan la opción de elegir la cantidad y variedad de productos que recibes cada vez) o cerradas. En este caso, la cantidad y frecuencia con la que uno recibe los productos está preestablecida, y suelen ser alimentos de temporada.
En el norte de Europa es una modalidad de compra bastante generalizada, pero en España no está todavía demasiado extendido en relación a los alimentos, aunque en otros sectores está más extendido.
La asociación de consumidores ha organizado compras colectivas en el campo de la electricidad, carburantes o telefonía, con la asociación de muchos ciudadanos que consiguen hacer presión y que estas compañías pujen por ellos.
En Galicia, otro tipo de iniciativas empiezan a cobrar fuerza para poder hacer frente a los costes y para evitar la ruina de los consumidores. En Vigo, algunos comerciantes se plantean crear una alianza para una compra conjunta de energía de la que pueda resultar unos precios más competitivos para sus negocios .
Otra iniciativa de una microempresa gallega, la frutería Santa Marta, en Santiago de Compostela, que ofrece tarifa plana en un surtido de frutas para aligerar el gasto del consumidor.