La Agencia Tributaria se esforzó al máximo a la hora de investigar el posible patrimonio obtenido por la cantante Shakira entre los años 2012 y 2014 y no declarado a Hacienda. Tanto que en 2017 y según ha podido confirmar NIUS, envió un requerimiento a F.C. Barcelona para conocer cómo se pagaban las entradas de las que disfrutaba la cantante para ver los partidos de su entonces marido, Gerard Piqué, si Shakira era socia o abonada del club e incluso si disponía de entradas gratis para acudir al Camp Nou gracias a su parentesco con uno de los jugadores de la primera plantilla. Además, el fisco español perseguía desmontar con estos datos uno de los principales argumentos de defensa de la cantante: que ella no era residente fiscal en España al pasar más de la mitad del año en el extranjero y que su presencia en el país fue “esporádica” hasta 2015.
Según la documentación que obra en el sumario del llamado caso Barçagate, la petición del fisco español llegó al club en enero de 2017, en plena investigación sobre las finanzas de la cantante colombiana, que ha terminado por sentarla en el banquillo acusada de seis presuntos delitos de fraude fiscal. Delitos por los que ella se ha mantenido siempre inocente y se ha negado a alcanzar un pacto prejudicial con el fisco, como sí sucedió por ejemplo en el caso del rey emérito. En este caso, la Fiscalía acusa a la cantante colombiana de haber defraudado presuntamente más de 14 millones de euros, por lo que le reclama una multa de 23,3 millones, además de ocho años de prisión, según el escrito de acusación firmado el pasado mes de julio.
Sin embargo, en 2017, con la investigación todavía en marcha, Hacienda se centraba en investigar si la visita de Shakira a los partidos de su marido podía servir como argumento para acreditar que la cantante se encontraba en España en esas fechas, además de conocer si había alguna contraprestación financiera que fuera imputable para la Agencia Tributaria. Ante el requerimiento de Hacienda, los servicios jurídicos del club confirmaron que la cantante no era socia ni abonada del equipo blaugrana. Por lo tanto, no quedaba registro alguno de si la colombiana había acudido a los partidos revisando el historial de los socios del club.
Después, el interés de Hacienda se centró en un palco VIP controlado, según los trabajadores del Barça, por la familia de Gerard Piqué, pese a que el área de Atención a los Socios contesta que los familiares del central sí son abonados del equipo, pero tienen sus asientos asignados en otra zona del campo y no en un palco.
Para acreditar la posible presencia de Shakira en el campo y confirmar si en esas fechas la cantante estaba o no en España, Hacienda pregunta al Barça incluso si hay alguna forma de identificar a las personas que acceden a este tipo de palcos exclusivos, y si entre ellos estaría la cantante. Además, el fisco hizo lo mismo con las invitaciones por parte del club que pudiera recibir la artista colombiana, con la esperanza de que existiese alguna base de datos que dejase por escrito las veces que Shakira había acudido al Camp Nou a ver los partidos de su entonces pareja.
La investigación iniciada por Hacienda se sustanció finalmente en una investigación penal por presunto fraude fiscal que cayó en manos del Juzgado de Instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat, que ha decidido llevar el caso a juicio. Según las pesquisas, Hacienda imputa a la cantante seis presuntos delitos fiscales, vinculados a sus ganancias entre los años 2012 y 2014, además de una supuesta defraudación en el impuesto de patrimonio, también de esos años. Algo que ella ha negado durante todo el procedimiento, alegando entre otras cuestiones que ella no era residente fiscal en España en esos períodos, al pasar más de la mitad del año en el extranjero.