Horario de invierno: ¿cuándo cambia la hora en España?
El cambio de hora de verano en España sucede en el último domingo del mes de octubre
Habrá que atrasar el reloj de las 03:00 a las 02:00 de la mañana
España ahora mismo se regula por el huso horario de UTC+2
Como todos los años, cada mes de octubre se produce el cambio de hora de invierno en España. Esta práctica se realiza para ahorrar energía y aprovechar más las horas de luz solar que el hemisferio norte disfruta en la época invernal.
¿Cuándo se cambia la hora de invierno en España?
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El cambio de hora de verano en España sucederá en el último domingo del mes de octubre, en la madrugada del sábado 29 al domingo 30. Con esta medida se deja atrás el horario de verano y comienza el de invierno, aunque el solsticio de invierno se produce el 21 de diciembre.
¿Hay que adelantar o atrasar el reloj?
En el cambio de hora se atrasa el reloj para ganar horas de luz y cumplir con el ahorro energético. Habrá que atrasar el reloj de las 03:00 a las 02:00 de la mañana. Por lo tanto, habrá una hora más de sueño.
¿Por qué se cambia la hora?
España, al igual que el resto de los países de la Unión Europea, tiene que cambiar la hora todos los años. Esto se debe a la directiva europea del cambio de hora 2000/84/CE, con el fin de contribuir con el ahorro energético y aprovechar las horas de luz solar en los meses de inviermo.
¿Qué huso horario tiene España y cuál le corresponde?
España ahora mismo se regula por el huso horario de UTC+2, que pasará a ser UTC+1 cuando se cambie la hora a invierno. Sin embargo, el huso horario que le correspondería a España por situación geográfica es UTC+0 en invierno y UTC+1 en verano, al igual que Portugal.
Esto no pasa desde 1940, cuando Francisco Franco quiso que España tuviera el huso horario de Alemania, en vez de seguir compartiéndolo con Portugal. La orden salió en el Boletín Oficial del Estado el 7 de marzo de 1940, cuando se adelantó una hora el reloj.
¿Afecta a la salud el cambio de hora?
Según Sanitas, influye en la secreción de la melatonina, que es la hormona que induce al sueño, ya que al haber más horas de luz se produce más tarde. Si se une esto a que los horarios rutinarios son los mismos, puede llegar a producir cansancio o fatiga. No obstante, pasados los tres días el cuerpo habrá asimilado la nueva cotidianidad.