Igor Solana y Eider Pérez no se conocieron pegando tiros o poniendo bombas en nombre de ETA, aunque los dos lo hacían. Se conocieron en 2007, mientras cumplían condena en la prisión de granadina de Albolote por sus atentados. Quince años después, tras algunas separaciones y reencuentros en prisiones de distintos lugares de España, la pareja de etarras ha obtenido el traslado al mismo tiempo a una prisión del País Vasco.
Sus pasados terroristas los sitúan en comandos diferentes. Él, en el llamado "Comando Andalucía", donde en el año 2000 mató al concejal del PP en Málaga José Martín Carpena; al fiscal superior de Andalucía Luis Portero y al coronel Antonio Muñoz Cariñanos. Todos ellos murieron tiroteados.
Ella, fue una de las responsables del traslado de los explosivos que mataron al primer mosso d´esquadra asesinado por ETA, Santos Santamaría. Fue en 2001, en una conducción de dinamita desde Francia conocida como "La caravana de la muerte". Los terroristas colocaron un coche bomba delante del hotel Montecarlo, en la urbanización de Santa Margarida de Roses, en Girona. Avisaron al diario Gara de que explotaría a las 23:00, pero lo hizo un minuto antes, mientras Santamaría trabajaba en el perímetro de seguridad dispuesto en torno al hotel tras un rápido desalojo.
El fue detenido en el 2000 y ella en el 2001. Los dos cumplen desde entonces sendas condenas acumuladas de 30 años. Pero empezaron a cumplirlas en prisiones distintas. En 2007 coincidieron en la cárcel granadina de Albolote y en 2008 tuvieron un hijo en común, que ahora tiene 14 años.
Ambos cumplirán las tres cuartas partes de sus condenas en 2023, con lo que empezarán a salir de permisos al mismo tiempo.
El nacimiento del niño fue recibido con indignación por el entorno de sus víctimas, que denunciaron que ese nacimiento se hubiera producido pese al régimen de aislamiento.
A día de hoy, el niño no vive con su madre en la cárcel, pero tienen derecho a vis a vis, en pareja y en familia. Durante estos años, Solana ha renunciado a una fuga o ha pedido alejarse más del País Vasco, para estar con Eider Pérez.
Tras el nacimiento de su hijo, ella fue trasladada a la cárcel de Botafuegos, en Algeciras, la más alejada de Euskadi. Para ese momento, él había había sido enviado Huelva. Y allí fue donde la banda le propuso un plan de fuga -según los documentos incautados a ETA- pero se enteró de que iba a ser padre y se negó a participar.
En 2015, Solana estaba en otra cárcel andaluza, la de Córdoba, y pidió lo que ningún etarra pide, alejarse más del País Vasco, para Acercarse más a su pareja. Tres años tuvo que esperar hasta llegar a Botafuegos y reunirse con ella.
Eso ocurrió en 2018, y dos años después, el etarra fue conducido hasta Zuera en Zaragoza. Eider Pérez se reunió con él sólo dos meses después, y desde entonces, ambos han estado en la prisión zaragozana.
Según el Heraldo de Aragón, en febrero recibieron la visita de cuatro dirigentes de Bildu, incluido el parlamentario Ion Iñarritu para hablar de las solicitudes de traslado al País Vasco, el lugar del que proceden.
Ahora, siete meses después, su traslado ha sido incluido en una lista de 13 que incluye a terroristas históricos como Txapote o Henri Parot. Trece conducciones que han generado una intensa bronca política y han puesto de relevancia las diferentes visiones de los colectivos de víctimas. Mientras la AVT o Dignidad y Justicia denuncian lo que consideran una "humillación"; Covite, considera que lo importante es que cumplan condena, no dónde lo hagan.