El nuevo plan de ahorro energético del Gobierno que entró en vigor en España este miércoles desde las 00:00 horas no deja de generar debate. Mientras la mayoría de los afectados por la orden han acatado la normativa, regulando la climatización y apagando vitrinas y escaparates a las diez de la noche, las voces que expresan discrepancia también sen multiplican, espoleadas de nuevo por una Isabel Díaz Ayuso que vuelve a erigirse como la principal oposición a las medidas generales dictadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para todo el territorio nacional.

Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, aferrándose a la letra pequeña, sostiene que se están vulnerando sus competencias y con la decisión se verán afectados, entre otros, sectores clave como el turismo y la hostelería, también los detractores de este plan de ahorro energético están criticando al Gobierno, por otra parte, por lo que consideran una falta de comunicación: que no hayan explicado con antelación unas medidas de tanto calada por la sociedad.

En esta situación, muchos recuerdan la campaña institucional que toda España vio en televisión hace cuatro décadas, cuando el país estaba sumido en otra grave crisis energética. Entonces, otra guerra en Oriente Próximo gripó el motor de nuestra economía, haciendo temer sus devastadoras consecuencias. Advirtiendo de ello, la campaña, que llegaba a los televisores en 1978, hacía referencias a un futuro distópico sin gasolina, con los carreteras colapsadas por coches abandonados, para alertar de los efectos de derrochar energía en plena crisis. “No nos veamos algún día en una situación parecida”, advertía el spot.

En 2022, Europa y España toman medidas por la nueva crisis energética, pero parte de la población las acoge con dudas o rechazo, y aquí es donde entran las campañas institucionales, como apunta Juan Luis Manfredi, experto en comunicación política, quien señala que “lo ideal hubiera sido contarlo antes y ejecutarlo después”. “Se hubieran reducido la gran mayoría de las pegas que se ponen actualmente”, indica, en referencia a las críticas al plan de ahorro energético.

Hoy, esa pedagogía se hace en redes sociales, pero no tienen el alcance de aquellos anuncios que veíamos en la televisión pública cuatro décadas atrás, como la que se emitió también en 1980, en la que se reclamaba a los ciudadanos: “Por una vez, ayude al país con menos energía”.

Los expertos, en este sentido, llaman a “aquel tipo de spot que sea un mensaje directo, muy claro, incluso muy contundente”, como apunta el publicista Carlos Bertran.

El objetivo, indican, sea trata de concienciar para no llegar a otro tipo de campañas, como la de un länder alemán que hace unos meses enseñaba a sus ciudadanos trucos para calentarse frente a un apagón de gas y electricidad.