Ribera reprocha a Ayuso su "frivolidad" por decir que Madrid no se apaga: "Se alía con Putin"

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha defendido el plan de ahorro energético aprobado ayer por el Gobierno. "Es un esfuerzo pequeño, muy ponderado, fácil de aplicar e imprescindible", ha manifestado en el Programa del Verano de Telecinco. Un paquete de medidas que en principio son de obligado cumplimiento para todas las administraciones públicas. Pero ya hay quien se rebela a implementarlas. La primera, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que bajo su nuevo grito de guerra "Madrid no se apaga" se niega a apagar la luz en la Comunidad.

Ribera ha querido responder a la rebelión de Ayuso tildándola de "frívola" e "insolidaria" con el resto de países europeos. "Como madrileña quiero que en Europa vean el esfuerzo que estoy haciendo y no que me vean como una pequeña aldea gala que junto con Orbán (el primer ministro húngaro) se alía con Putin", ha dicho la vicepresidenta tercera que ha pedido a las administraciones públicas estar a la altura en un momento "tremendamente complicado".

Desde el Gobierno se insiste en que el aprovisionamiento de gas en España está asegurado y la amenaza de Putin de cortar el suministro no nos afecta directamente pero sí tiene consecuencias advierte Teresa Ribera. El precio del gas se pondría por las nubes y los países más dependientes de Rusia como Alemania podrían sufrir esos recortes. Es ahora cuando toca ser solidario dice la vicepresidenta tercera del Gobierno ahorrando un 7% el consumo de energía como se han comprometido los países de la Unión.

"La responsabilidad de alguien al frente de una institución es entender el contexto en el que se plantean estas medidas y decidir si se rebela frente a las normas y los compromisos adquiridos con la Unión Europea. No es un asunto que debamos tomarnos con frivolidad ni nos gustaría que nos señalaran como los más insolidarios de Europa", ha advertido a Ayuso la vicepresidenta Ribera.

Las peluquerías podrían ser una excepción por razones de salud laboral

Los centros educativos, los hospitales y los centros asistenciales quedan excluidos "de raíz" de la obligación de poner el termostato del aire acondicionado como máximo a 27 grados y la calefacción nunca por encima de los 19 grados. Pero el Gobierno también contempla otras excepciones, como las peluquerías u otros lugares de trabajo por razones de salud laboral de sus trabajadores.

"Esto es un mensaje de tranquilidad para las peluquerías y para tantos otros centros donde es importante mantener otra temperatura", ha asegurado Ribera. "Al menos hay dos flexibilidades clave. Aquellos centros de trabajo donde por razones justificadas, como puede ser el caso de una peluquería se necesite adaptar este criterio a una orientación general más laxa. La segunda es que debemos respetar los derechos de salud laboral de los trabajadores. Esto puede ocurrir en una peluquería pero también en centros donde se necesite una refrigeración especial como el procesamiento de alimentos", ha añadido.