La Ley de Memoria Democrática ha sido aprobada en el Congreso tras un intenso debate, con duros reproches entre la izquierda y la derecha y con las víctimas del terrorismo y el franquismo en el centro de la batalla política. El PSOE denuncia que el PP las instrumentaliza, las enfrenta e intenta "revivir a ETA". El tema es de la máxima sensibilidad y el debate ha reflejado a una Cámara dividida donde los pactos del Gobierno con Bildu han contaminado todo el debate.
La coincidencia en el tiempo con el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco ha marcado la fase final de una ley que se aprobó justo hace un año en el Consejo de Ministros. El Gobierno se ha esforzado en demostrar "la verdad" de la ley. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha defendido desde la tribuna que es "una ley para el reencuentro" que pasa definitivamente "la página del pasado más oscuro y más negro de nuestro país". Hoy España es un país "mejor", ha dicho.
Ante los ataques de PP, Vox y Ciudadanos el ministro insiste en que el Ejecutivo está con todas las víctimas, las del franquismo y las del terrorismo, "arropándolas, ayudándolas y no tratando de utilizarlas".
Ha reivindicado la Ley Integral de Víctimas del Terrorismo de 2011: "El Gobierno la aplica todos los días porque estamos con todas y cada una de las víctimas de nuestro país que han sufrido daño bien por la dictadura o bien por el terrorismo".
Radicalmente enfrente están los partidos de la derecha que consideran que es una ley que divide a los españoles y cuestiona la Transición. Ya prometen derogarla si llegan al poder. "Ley Bildu", la califica el PP. "Ley de Memoria etarra", la llama Vox que también la recurrirá ante el Tribunal Constitucional.
Mientras se producía el debate, Alberto Núñez Feijóo convocaba a 19 asociaciones de víctimas del terrorismo a una reunión privada en el Congreso. La Fundación de Víctimas del Terrorismo y Covite, la principal agrupación de víctimas del País Vasco presidida por Consuelo Ordoñez, la hermana del concejal del PP Gregorio Ordoñez asesinado por ETA, le han dado plantón.
Vicente Mateu, diputado del PP cuyo padre y hermano fueron asesinados por ETA, que ha intervenido en nombre de los populares, ha bautizado la norma como una "ley de la memoria totalitaria" porque es sectaria, excluyente, ataca a la Transición e impone una "memoria colectiva oficial".
El debate se había calentado los días previos, desde que se hizo público el acuerdo del Gobierno con Bildu para avanzar en la tramitación parlamentaria. Ese pacto ha sido munición para la derecha contra Pedro Sánchez durante los dos días del debate del estado de la nación. Unos acuerdos que establecen que una comisión técnica estudiará los supuestos casos de vulneración de derechos humanos a personas que hayan luchado por la democracia desde la entrada en vigor de la Constitución hasta el 31 de diciembre de 1983. Un tiempo que incluye el primer año del Gobierno de Felipe González. Ese punto incendió al PP que cree que significa una revisión de la Transición.
Otro de los puntos acordados es declarar la "ilegalidad e ilegitimidad" de los tribunales franquistas y la nulidad de todas sus resoluciones.
En la "verdad" de la ley que exhibe Bolaños en lugar de lo que "algunos dicen que dice" el ministro ha leído algunos apartados concretos del texto. Se condena del golpe de Estado del 36 y la Dictadura, se declara ilegal el régimen franquista, y se homenajea a todas las víctimas de los dos bandos de la Guerra Civil y a las de la Dictadura. El Gobierno incide además en que no se deroga la Ley de Amnistía, -"un logro de los demócratas"-, y se pone en valor la Transición y la Constitución.
La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, se ha fotografiado en el Congreso con víctimas de la Dictadura como el que fuera dirigente del PCE, Víctor Díaz Cardiel o Yenia Camacho, hija del histórico secretario general de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho. Para Díaz, la ley es "un bálsamo reparador": "La historia se reescribe también en el día de hoy".
Una de las intervenciones más aplaudida por la bancada de la izquierda ha sido la de Enrique Santiago, el secretario general del PCE, que ha tachado de "vergüenza" que los partidos de la derecha se "escondan detrás de las víctimas del terrorismo para justificar los crímenes de una Dictadura". Ha pedido al PP que devuelva algo de la "generosidad" que tuvo la izquierda en la Transición.
El debate ha tenido algunos momentos tensos. Los diputados de ERC que estaban presentes en el hemiciclo han abandonado el salón de plenos cuando el diputado de Vox, Francisco José Contreras, ha asegurado en la tribuna que a Salvador Puig Antich no se le condenó a muerte por ser anarquista sino por "matar a un policía". También ha salido del hemiciclo Íñigo Errejón y la ministra Irene Montero.
El joven catalán fuer ejecutado a garrote vil el 2 de marzo de 1974 y precisamente la portavoz de Esquerra, Carolina Telechea, había leído previamente algunos de sus escritos durante su intervención. Para los diputados catalanes las palabras del parlamentario de Vox han sido una justificación del asesinato de Antich.
El diputado de Ciudadanos, Guillermo Díaz, ha acusado al Ejecutivo de traicionar a las víctimas de ETA. "El Gobierno de Pedro Sánchez pinta pancartas con sangre ajenas", ha espetado en su turno además de romper un cartel con un tuit de Arnaldo Otegi en el que criticaba a Felipe González.
"Los socialistas hemos escrito pancartas con nuestra propia sangre", ha respondido un enfadado Patxi López que denuncia que el PP y Feijóo "instrumentalizan" a algunas víctimas del terrorismo y tratan de enfrentarlas a las del franquismo. El diputado del PSOE y exlehendakari destaca que la ley contempla que el Estado se hace responsable de exhumar los cadáveres de miles de personas desaparecidas que siguen en las cunetas, barrancos y fosas comunes repartidas por España.
López se pregunta qué pasaría si el PSOE trajese al Congreso a otras víctimas que no piensan lo mismo que la derecha. "Las víctimas son patrimonio de sí mismas", "cada una es un mundo", señala López que enfatiza: "¡No se dan cuenta de la irresponsabilidad!". Ha recordado que quien negoció con Bildu cuando ETA asesinaba, quien acercó presos y llamó a la banda terrorista "movimiento de liberación vasco" fue el PP.