El triunfo histórico del Partido Popular de hoy en las elecciones de Andalucía, que ha vuelto a absorber a Ciudadanos en unas autonómicas, impulsa las opciones de Alberto Núñez Feijóo para intentar abrir un cambio de ciclo político en España, sin necesidad de contar con Vox. Todo ello frente a un PSOE que hoy ha fracasado y no ha capitalizado las medidas sociales del Gobierno para paliar los efectos de la guerra y una izquierda que ha pagado la desunión, a pesar de que ha escenificado un ensayo del nuevo proyecto de Yolanda Díaz.
Este cambio en la correlación de fuerzas que se ha producido hoy en Andalucía, en el que el PP ha logrado por primera vez una mayoría absoluta en esta CCAA desde que empezó la democracia, puede marcar el futuro de la política en España. No en vano, la comunidad, que hasta ahora era el gran caladero de voto socialista, es un buen laboratorio del panorama nacional, con 6,6 millones de votantes.
Se trata de los primeros comicios que se celebran con Alberto Núñez Feijóo al frente del Partido Popular y una de las posibles consecuencias del triunfo arrollador de Juanma Moreno puede ser la de acelerar la alternativa del nuevo líder 'popular' a Pedro Sánchez y un cambio de ciclo político en España.
Si las elecciones de la comunidad de Madrid, del 4 de mayo de 2021, demostraron que el PP puede gobernar sin necesidad de Vox, el resultado de hoy es la confirmación de que esta posibilidad, tras la mayoría absoluta de Juanma Moreno, que no necesitará ni siquiera de la abstención de los de Abascal.
Este resultado también confirma que la reunificación del centro derecha en torno al Partido Popular se sigue produciendo. Y así lo demuestran dos hechos: la absorción del voto de Ciudadanos --como ya ocurrió en Madrid-- que ha perdido sus 21 escaños y el pinchazo de Vox en esta comunidad autónoma.
El partido de Abascal ha sumado dos escaños sobre los 12 que logró en 2018 pasando a 14, pero lo cierto es que también ha retrocedido 7 puntos en relación con los 20,61 que cosechó en las generales de noviembre de 2019. De hecho, la advertencia de Macarena Olona en el último debate televisivo, de que si el PP necesitaba un solo voto de Vox, Juanma Moreno les tendría que admitir en el Gobierno, ha provocado el efecto contrario al que pretendían y el voto de la derecha se ha concentrado mayoritariamente en el PP.
Por lo que se refiere al PSOE, este partido ha seguido en Andalucía la estela de derrotas de sus compañeros de Madrid y de Castilla y León. No se ha desplomado como ocurrió en Madrid, pero sí ha vuelto a marcar su peor nota en Andalucía al perder dos escaños de los 33 que había logrado Susana Díaz y que ya fue el peor resultado de los socialistas en esta comunidad autónoma.
Los socialistas andaluces no han capitalizado las medidas del Gobierno de Pedro Sánchez frente a la inflación y las consecuencias provocadas por la guerra de Ucrania, ni tampoco las promesas que ha realizado el Ejecutivo tanto al inicio como en mitad de la campaña. Esta se estrenó con un anuncio de la vicepresidenta segunda de 50 millones para paliar el desempleo en Andalucía y siguió con otro, de Pedro Sánchez, en un mitin con Espadas, de una Ley de Sanidad que prohibiera la privatización.
Todas estas medidas y promesas no se han traducido en votos y al igual que los ciudadanos en Madrid castigaron las decisiones del Ejecutivo durante el confinamiento y el primer año de pandemia, ahora los andaluces han castigado también la acción del Ejecutivo.