La violencia se ha disparado aún más en Hong Kong tras aprobarse la ley de prohibición de las máscaras. Con la cara tapada, miles de manifestantes han desafiado una vez más al Gobierno tomando las calles durante todo el fin de semana.
Los más radicales han llegado a apalear a un policía de paisano al ser descubierto.A punto han estado de quemarlo vivo con un cóctel molotov y después de lograr apagar las llamas, uno casi le quita la pistola, que se le había caído al suelo.
No ha sido el único alcanzado por el fuego. Otro cóctel explosivo le ha caído a un periodista que cubría los enfrentamientos con la policía.
Los antidisturbios han respondido con extrema dureza a los ataques de los violentos. Además de la lluvia de gases lacrimógenos con la que han dispersados a los manifestantes. Han continuado con las detenciones masivas que se están llevando a cabo desde que empezó la oleada de protestas hace cuatro meses.