Se juegan la vida en cada salto. Planean entre los precipicios de los Alpes y de diferentes cordilleras de todo el mundo, pero no todo es siempre así de fácil. Las condiciones meteorológicas tiene que ser ideales para no fallar y conseguir disfrutar al máximo esta experiencia. Desgraciadamente, varios han sido los fallecidos en los últimos años.
El día tiene que ser soleado (la lluvia y la nieve dificultan la visibilidad). No solo para disfrutar del paisaje, sino para evitar accidentes. La niebla puede ser un factor enemigo, y por ello solo se puede realizar si no está presente. Cuanto más despejado esté el cielo, mejor.
El viento también es muy importante. Las rachas tienen que ser constantes o ausentes, para que estos aventureros no pongan su vida en peligro. Para este vuelo en concreto era especialmente importante, porque culminaron su recorrido por las alturas entrando en la avioneta que les acompaña en pleno vuelo. Adrenalina a tope.