El paraíso de Isla Mauricio se llena de chapapote. Lo que ya es una catástrofe ecológica podría empeorar tras el vertido de unas 1.000 toneladas de petróleo procedentes de un barco encallado, que podrían ser más si se parte en dos, un temor que inquieta los expertos.
El fuel en apenas dos días se ha extendido por 15 kilómetros de la costa y ya el vertido afecta a manglares, lagunas, playas de Isla Mauricio, un paraíso en el océano Índico. Los mauricianos, en un intento desesperado por salvar su casa, fabrican barreras con lo que tienen a su alcance: hojas de caña y hasta su propio cabello.
El temor aumenta a medida que pasan las horas. Si la embarcación se parte en dos se verterán las 3.000 toneladas de fuel que aún tiene en su interior.