Según ha explicado nuestra compañera y meteoróloga, Rosalía Fernández, "el calor no es de ningún modo el protagonista, y esto se debe a la entrada de masas de aire más frío por el Atlántico, junto con la aproximación de múltiples centros de bajas presiones".
Esto se traduce en que el aire frío, que normalmente circula a 850 hPa (1500 metros), sustituye al aire caliente que puede entrar por el sur peninsular, enfriando un poco el ambiente. Pero, además, a este elemento se une la llegada de centros de bajas presiones del Atlántico, que son embolsamientos de aire frío en altura que traen consigo inestabilidad, es decir, tormentas como las que estamos viendo en el norte peninsular.
*Imagen: ejemplo de modelo numérico a 850 hPa (1500 m.) con las masas de aire frías (azules) y cálidas (rojas) / AEMET
Por otro lado, la entrada de bajas presiones viene favorecida por la colocación del anticiclón de las Azores, que se ha situado al oeste peninsular (un poco más lejos de lo habitual) y que este año por tanto no hace de barrera de esas bolsas de aire frío que van directamente hacia nuestro país.
Las consecuencias, tal y como apunta Fernández, son claras: "Esto conlleva sin duda a que las temperaturas no asciendan de forma marcada ni alcancen valores extraordinarios muy altos en intervalos de tiempo más extensos que pudieran dar lugar a olas de calor".
Es decir, que hace imposible que se den olas de calor, porque los valores no son extremos y, en caso de serlo, tampoco se mantienen tanto en el tiempo. A cambio, tenemos periodos de calor nada asfixiante y tormentas que mantienen una atmósfera fresca, sin temperaturas extremas.
¿Cuándo vendrá el calor?
A principios de verano la Aemet pronosticó que este verano iba a ser el más frío de los últimos cuatro años, y de momento la tendencia se está cumpliendo. De hecho, según las previsiones a medio plazo indican que el calor no estará presente de manera protagonista.
“Tenemos al menos en plena canícula, momento del año más cálido, buenas noticias. Las previsiones apuntan a que durante este verano se producirá la visita de masas de aire más frío, por el noroeste, que impedirán que los termómetros suban de ‘forma tan intensa y duradera’”, concreta nuestra meteoróloga.
Así, parece claro que al menos durante un tiempo seguiremos hablando de temperaturas agradables. ¿Cambiará agosto la tendencia? El tiempo lo dirá, aunque parece que lo tiene difícil.