Quienes pasaban por allí pararon el coche y hasta tuvieron que pellizcarse. Aunque no lo parezca, las olas de hielo que se acumulaban en la orilla eran reales. Hasta 9 metros se apilaron después de que el viento soplase con intensidad sobre el Lago Erie, vínculo entre Estados Unidos y Canadá y refugio de las Cataratas del Niágara. El resultado es espectacular.
Por si el frío helador que sopla en Norteamérica no fuera suficiente, el viento estos días sopla a 120 km/hora. Una capa de hielo cubría el Lago Erie cuando las ventiscas la arrastraron y obligaron a parar el tráfico. La escena es muy curiosa desde aquí, pero en persona debió dar respeto.
The Weather Network, la agencia meteorológica local, informa de que las inundaciones y las mareas heladas han estado azotando las ciudades próximas e incluso una mujer de 77 años tuvo que ser rescatada en su casa cuando esta se inundó.
Las bajas presiones que sacuden Canadá dejan vientos huracanados que han tumbado estos días árboles y postes eléctricos y han dejado sin luz a miles de hogares, además de los accidentes de tráfico que se han producido como resultado del temporal.
En este caso, el riesgo más importante viene cuando el hielo se derrite. Se habla de una subida del nivel del lago de hasta 2 metros de altura, lo que ya está dejando incidentes en las zonas próximas, pobladas. Las autoridades al otro lado del lago, en Buffalo (Estados Unidos), anunciaban la evacuación voluntaria a los residentes de las zonas adyacentes, bajo peligro de inundaciones.
Y, por supuesto, las redes sociales no dan abasto con tanta foto y vídeo del momento, que ha dado la vuelta al mundo.