Damos la bienvenida al otoño astronómico y nos despedimos de uno de los veranos más calurosos de la historia. Al igual que en el periodo de junio a agosto, contaremos con unos termómetros bastante elevados, llegando a alcanzar incluso valores por encima de lo habitual para esta época. Los primeros días de la estación de las hojas caídas se presentan con cielos claros y un ambiente bastante apetecible en casi todo el territorio, y se espera que siga así por ahora. Te contamos la predicción.
El primer día del otoño astronómico amanece con sol y unas temperaturas cálidas que nos dejan un ambiente estable en casi todo el país. El centro peninsular se despierta con cielos despejados, acompañados con algunas nubes medias y altas que se extienden por casi todo el Mediterráneo, Andalucía, ambos archipiélagos y Ceuta y Melilla.
Los claros serán los protagonistas durante esta jornada pero tendrán algunas excepciones, entre ellas, el nordeste peninsular, donde tendremos que sacar los paraguas ya que no nos libraremos de la inestabilidad por ahora. Viviremos numerosos chubascos que irán acompañados de viento intenso, especialmente en la fachada atlántica gallega.
El sol no se dejará ver tanto por Asturias o en el oeste de Castilla y León, donde tendremos nubosidad mucho más abundante. En casi todo el país amanecemos con un poco más de frío que en las jornadas anteriores, aunque experimentaremos un ascenso de los termómetros en muchos puntos.
Las máximas subirán entre 1 y 4ºC en algunas zonas del centro peninsular, donde se alcanzarán hasta los 24ºC. La misma imagen la tendremos en el Cantábrico, donde las temperaturas serán ligeramente más cálidas en algunas regiones. Rozarán también los 30º en algunas zonas de Andalucía.
El martes volveremos a ver el azul del cielo, que estará bastante claro y abierto en Andalucía y en el centro peninsular. Además, seguiremos notando el ascenso de las temperaturas en casi todo el territorio, y en algunas zonas como la Comunidad Valenciana se espera que suban hasta en 8ºC.
Sin embargo, la inestabilidad seguirá anclada en la fachada atlántica gallega y se contagiará a Asturias y otras zonas del Cantábrico. Habrá que estar alerta en las zonas de costa porque el viento y el oleaje serán adversos por la entrada de un frente atlántico.