Prepara gafas de sol… ¡Y paraguas! El fin de semana pasaremos del tiempazo veraniego con 30 ºC en varias provincias al tiempo más propio de finales del invierno por la llegada de una borrasca. Por ahora sin nombre propio –habría sido ‘Mathieu’–, nos traerá tormentas y aguaceros que serán generosos y podrán descargar más de 50 litros por metro cuadrado en cosa de dos días.

El viernes 7 y el sábado 8 continuará predominando el tiempo estable con cielos poco nubosos en general. Únicamente se esperan precipitaciones aisladas el viernes por la tarde en zonas de montaña y, el sábado, posiblemente en Galicia y los litorales del mar de Alborán, que tendrán lugar al final del día.

Las temperaturas volverán a aumentar notablemente en el entorno del País Vasco y alto Ebro y serán más altas de lo habitual en estas fechas en el norte y centro de la Península. Puede que superemos incluso los 33 ºC en algunas estaciones meteorológicas, y los niveles de ración UV serán elevados en todo el país (sobre todo en Canarias).

El domingo un frente asociado a la profunda borrasca que llegará a las islas británicas afectará a España. Lo más relevante serán las precipitaciones con tormenta, aunque hay que destacar el fuerte viento que se espera y el temporal marítimo en algunas zonas. Vamos por partes.

Los chaparrones más severos (que podrán ser con tormenta eléctrica) se esperan en el oeste de Galicia, Aragón, Cataluña y comunidad Valenciana, según el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha activado el aviso por fenómenos adversos en estas comunidades.

Serán más débiles y menos probables en el área mediterránea, donde sólo se esperan intervalos nubosos. En Canarias aumentará la nubosidad en el norte de las islas, con probables lluvias débiles.

La cota de nieve se situará en torno a los 1500/1800 m en el noroeste peninsular al final del día, y seguirá bajando a lo largo del lunes, cuando se espera un nuevo descenso de los termómetros.

Aunque el bajón más drástico de las temperaturas se producirá el domingo. Será generalizado, aunque más acusado en el interior peninsular. Se salvarán zonas del área mediterránea, Baleares y Canarias, no obstante el lunes, con el desplazamiento del frente atlántico, las temperaturas bajarán también en el este de España.

Y no podremos guardar el paraguas y el edredón pasado el fin de semana, porque al menos hasta el martes, el ambiente seguirá siendo más propio de un final de invierno o comienzo de primavera que de pleno mes de mayo.