Esta vez no ha sido el coronavirus, sino la virulencia del tifón Goni lo que ha confinado a los filipinos en sus casas. Las imágenes evidencian la intensidad de este fenómeno, el más intenso de 2020 en todo el planeta, con unos vientos similares a los de un huracán de categoría 5. Las ráfagas pueden alcanzar los 350 kilómetros hora. Se espera que en las próximas horas Goni atraviese varias partes de la región de Bicol y Luzón central donde el Gobierno ya ha evacuado a más de 150.000 personas, en su mayoría residentes de las zonas con mayor riesgo y con viviendas precarias. En esta ocasión, la lucha contra los elementos cuenta con una dificultad añadida más: la pandemia del coronavirus. Las autoridades han pedido a los evacuados que no olviden el distanciamiento social y la notificación de cualquier posible síntoma.
El supertifón Goni, con vientos de 225 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 280 kilómetros, tocó tierra este domingo en el norte de Filipinas, donde hasta un millón de personas han sido evacuadas ante la mayor tormenta tropical del año. Las autoridades alertaron del peligro de lluvias torrenciales, inundaciones y corrimientos de tierra en la isla de Luzón, donde se encuentra la capital y la más afectada por la COVID-19, que deja más de 380.000 casos y 7.221 muertes en el país. Pagasa, la agencia filipina de meteorología, informó de vientos "destructivos" e intensas lluvias en la región de Bicol, con el supertifón moviéndose de este a oeste hacia Manila y otros importantes centros urbanos en Luzón.
'Goni' se trata del tifón más potente que ha alcanzado Filipinas en siete años, desde la llegada del 'Haiyan' en 2013, que mató a más de 6.300 personas en las provincias del centro y del este del país, donde dejó más de 4 millones de desplazados.