El sábado fue “día más oscuro del año” en Francia, y no solo eso, también fue uno de los días con más rayos. Se contabilizaron más de 40.000 en la ciudad de Rethel, en el norte del país. De un momento a otro los cielos se ennegrecieron y una nube inmensa con apariencia giratoria provocó lo que parecía un tornado, con viento y lluvias espectaculares que inundaron varias regiones. Todo ello se debió a lo que se conoce como una supercélula. ¿Qué es esta tormenta destructiva?
Las supercélulas se caracterizan por dos cosas, principalmente: por una intensa corriente ascendente en rotación llamada 'mesociclón', y por los fenómenos adversos que produce (como lluvias torrenciales y tornados). Son más propias de Estados Unidos.
Además, como ha quedado claro al ver los vídeos de la tormenta del fin de semana en Francia, tienen un tiempo de vida más largo que la mayoría de tormentas, por lo que no solo genera condiciones muy adversas sino que encima lo hace durante el suficiente tiempo para provocar incidentes en multitud de localidades.
Para que se formen se requieren de dos masas de aire, con diferente temperatura, velocidad y humedad. Generalmente una es seca y fría, y la otra cálida y húmeda. Cuanto más radical sea el contraste más probable será que existan una corriente ascendente y otra descendente, lo cual hará que la tormenta sea más prolongada, pudiendo durar horas.
La agencia meteorológica Meteo France ha informado de que se produjeron granizadas no solo en el norte del país. Al sur llegó después de perder bastante fuerza pero bastó para inundar una comisaría en París y varias calles de Toulouse, entre otros. También se han reportado anegaciones en Disney Land, que activó sus avisos meteorológicos de manera excepcional.
En 12 horas se acumularon cerca de 70 litros por metro cuadrado en puntos del departamento de Ardèche, próximos a los Alpes. Las rachas de viento, por su parte, rozaron los 100 kilómetros por hora en varios departamentos. Algunas zonas se han quedado sin electricidad y el tráfico se vio paralizado hasta que se calmó la tormenta.