Seguramente aún estén con el dato en la cabeza de que cada mil horas de vuelo se produce un impacto con un rayo y las probabilidades de que te haya pasado a ti también y no te hayas ni enterado. La frecuencia es tal que, en promedio, cada avión comercial es alcanzado por un rayo todos los años. Y nunca supone un peligro: la clave está en la ‘Jaula de Faraday’.
“La energía del rayo se desplaza por la superficie y se elimina por los descargadores de estática que estratégicamente se reparten por el mismo, protegiéndose el interior de cualquier corriente eléctrica”, nos explican desde la compañía Iberia. “Gracias a la Jaula de Faraday, lo único que pueden oír los pasajero es un ruido y ver un resplandor en el exterior”, por eso muchos pasajeros ni se dan cuenta.
Ese campo de electricidad nulo que se crea en el interior de la nave hace que todos vayamos seguros. “Hoy en día, en la construcción de los aviones, se utilizan materiales compuestos que no son tan conductores como el aluminio. En estos casos se colocan elementos específicos para facilitar dicha conducción en zonas sensibles, como depósitos y conducciones de combustible, para evitar cualquier chispa”.
Donde si se nota es en el exterior de la aeronave, tal y como explica Iberia: “En el lugar donde ha caído, en alguna ocasión se aprecia una pequeña zona quemada que es convenientemente reparada si afecta a la estructura”.
“En relación a los ordenadores, electrónica y los equipos de navegación que se llevan a bordo, están protegidos con sistemas de sobrecarga para evitar cualquier daño”, añade la aerolínea española. “Y siempre, después de un aterrizaje, se hacen inspecciones meticulosas de la célula y equipos para comprobar el correcto funcionamiento”.
Así que no hay que alertarse, ni estando en pleno vuelo ni cuando estamos esperando a despegar en el aeropuerto ya que en los dos casos “los efectos son los mismos para las personas que se encuentran en el interior. En los aeropuertos que hay riesgos de descarga de rayos, se toman medidas adicionales para evitar cualquier daño al personal de asistencia que está en el exterior evitando cualquier contacto con la aeronave. Aún así, es más común que pase cuando el avión está en pleno vuelo”.
Así que ya sabes, si te tiene que caer un rayo, mejor que sea mientras estás viajando por los aires, que estás bien protegido.