El chorro polar, ese cinturón de vientos que recorre el hemisferio norte la Tierra de oeste a este, responsable de canalizar las borrascas a unos sitios u otros, ha estado muy activo en las últimas semanas. Lo saben bien en el Reino Unido, donde las tormentas Dudley, Eunice y Franklin llegaron con una semana de diferencia a finales de febrero 2022 y causaron el peor temporal en 35 años. Ahora, el “serpenteo” de este flujo de vientos atmosféricos trae a España una gran borrasca. ¿Cómo influyen las ondulaciones del chorro polar en la previsión de lluvias?

El chorro polar es una banda de fuertes vientos que circula entre los 7.000 y los 16.000 metros de altitud en la atmósfera, muy por encima de nuestras cabezas.

Con el anticiclón de las Azores anclado en el Atlántico durante la segunda mitad del invierno, las borrascas se han estado desviando de la Península Ibérica prácticamente desde las navidades, afectado en mayor medida a Groenlandia, Islandia y el Reino Unido. Pero esta semana, el “serpenteo” del chorro polar va a conducir hasta nuestra latitud una borrasca con aire polar asociado.

Del bloqueo anticiclónico pasaremos en España a estar afectados por un frente este jueves, que se irá trasladando al Mediterráneo, donde dará lugar a una borrasca. El chorro polar impulsará junto con ese frente una masa de aire frío, muy lejos de su latitud de origen, lo cual hará que las temperaturas se desplomen y veamos nieve en cotas muy bajas para el mes de marzo.

Se esperan lluvias generalizadas, que afectarán a prácticamente toda la Península Ibérica (y a las islas occidentales de Baleares el viernes), y nieve en cotas entre los 600 y los 1.200 metros en las montañas del norte, el centro y el sureste, incluida Sierra Nevada y la sierra de Jaén y Albacete.

En municipios de provincias del centro peninsular en como Ávila, Segovia o Zamora que se encuentren en torno a los 900 metros podrán caer algunos copos por la noche, aunque el suelo mojado dificultará que pueda cuajar.

Las temperaturas, por su parte, bajarán de manera brusca, obligando a sacar los abrigos. La masa de aire polar tumbará los termómetros por debajo de los 10 ºC durante las horas centrales del día en gran parte de la mitad norte peninsular y zonas del interior, y en torno a los cero grados de manera generalizada la madrugada del sábado, rozando los -10 ºC en zonas de montaña. Se producirán heladas en Galicia, meseta Norte, este de la meseta Sur e interior oriental de Andalucía, que podrán ser intensas en los sistemas montañosos del centro y noroeste peninsular.

La borrasca afectará a España en menor medida el fin de semana, pero no se retirará todavía. La semana que viene comenzará sin lluvias el lunes excepto en el extremo norte, pero el martes puede establecerse un flujo de vientos húmedos del oeste que volverán a llevar a la Península sistemas frontales que dejarán precipitaciones sobre todo en el cuadrante noroeste peninsular, en Pirineos y en Baleares.

Las temperaturas subirán y a partir del miércoles las heladas quedarán restringidas a zonas de montaña, mientras las máximas recuperarán los 20ºC en el este y el sur peninsular.