Este martes ningún vehículo diésel, ni los viejos, ni los más modernos, podrán circular por Roma debido a la alta contaminación que afecta a la capital italiana. La decisión del Ayuntamiento ha incluido este fin de semana y durante la mayor parte de hoy, según la orden firmada por la alcaldesa de la ciudad, Virginia Raggi.
El consistorio romano gobernado por el partido cinco estrellas ha tomado la polémica medida "una situación crítica" debido al "exceso de los niveles permitidos de partículas en suspensión PM10 en muchas áreas de la ciudad".
La prohibición, que abarcará las horas puntas, tendrá vigencia desde las 07.30 a 10.30 horas y de 16.30 a 20.30 horas. La orden excluye a los autobuses urbanos, taxis, ambulancias y otros vehículos de servicio público.
Las asociaciones ambientalistas consideran que la decisión llega tarde, porque llega solo "después de diez días de aire envenenado". El presidente de Liga Ambiente de la región Lazio, se pregunta por qué se ha esperado tanto para adoptar la medida a pesar de que se han superado los límites consentido de partículas en suspensión y los indicadores no daban señales de que fueran a mejorar".
El gobierno romano ya había restringido el tráfico de vehículos diésel este domingo y el lunes en la ciudad, pero sólo para los coches más antiguos que no cumplen con los últimos estándares de emisiones de la Unión Europea. Este martes la prohibición incluye a todos los diésel.