Hay decenas de gestos en nuestro día a día con los que podríamos colaborar a preservar el medio ambiente y ahorrar en la factura del agua. Sé consciente de que un minuto del grifo abierto hace que se malgasten 10 litros; si lo haces en los dos minutos de media que inviertes en lavarte los dientes, estarás tirando 20 litros y que en cada descarga del inodoro se utilizan entre seis y ocho. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una ducha de cinco minutos gastas alrededor de 95 litros de agua. El organismo internacional aconseja que reduzcamos esa cifra en un 150%. Pero en la cocina la cosa se multiplica porque lavar los platos puede suponer un gasto de 100 litros, y una carga completa de lavadora, 200.
El agua de la ducha, para la limpieza
Para darte un baño relajante necesitas entre 150 y 200 litros de agua, un gasto innecesario ahora que disfrutas de un baño sí y otro también en la piscina o en la playa. Apuesta por duchas rápidas o cierra el grifo cuando te enjabonas. Si eres de los que necesitas que el agua salga caliente, aprovecha y recoge en un cubo el agua fría que normalmente desperdicias esperando a que alcance la temperatura a la que estás acostumbrado. Ese líquido podrás utilizarla para fregar los suelos o para ahorrarte algunas cisternas.
El agua de la cocción, para las plantas
Mucha del agua que utilizas para preparar tus platos favoritos puede ser reutilizada. Si eres un vegetariano o vegano convencido, consumirás muchas verduras y ensaladas (si no lo eres, también), así que te invitamos a que el líquido con el que lavas esos productos y los pones al fuego (que no contengan productos químicos) no terminen en el sumidero. Resérvala para regar tus plantas del hogar o del jardín.
Almacena el agua que cae del cielo
Aprovecha los días de lluvia para recoger agua y almacenarla para posteriores usos. Puedes hacerlo con cubos o contenedores; o comprar algún sistema de recolección de aguas pluviales.
Platos, en las macetas
Al igual que los humanos, las plantas, tanto de interior como de exterior, son especialmente sensibles al aumento de las temperaturas y muchas de ellas necesitarán que las riegues un par de veces a la semana. Si colocas un plato debajo o dentro de cubos adaptados a su tamaño, el excedente de agua podrás utilizarlo para regar otras. Además, eliminando los focos de agua estancada, evitarás la proliferación de bichos y mosquitos.
Barreños, para la limpieza del hogar
La limpieza e higiene del hogar no está reñida con el ahorro. Cuando te pongas manos a la obra con los baños y la cocina, opta por utilizar un barreño o llenar los fregaderos, y ve cambiándola en función de tus necesidades.
Y un último consejo: reductores del caudal
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el uso de reductores de caudal de agua, tanto en los grifos como en la ducha, puede permitir un ahorro entre un 18% y un 45%, alcanzando en algunos casos casi el 80% de líquido que consumimos. Es importantísimo cerciorarse de que no hay fugas porque, aunque para ti unas cuantas gotas no tengan importancia, esos escapes pueden suponer el despilfarro de miles de litros al año.